jueves, 3 de noviembre de 2011

El Amor y el Deseo de Amar


El Amor y el Deseo de Amar


   ¿Es el deseo de amar innato o adquirido? Una pregunta que pocos se hacen, pero que, al menos para mi, tiene particular relevancia. Cuando veo las noticias, me encuentro con una cantidad de violencia, tal cantidad de malos deseos expresados violentamente contra “otros”, que me hace dudar de la importancia de la herencia. Escribo esto pues yo creo que comparto la mayoría de mis genes, no sólo con la mayoría de los políticos y guerreros, sino con la mayoría de los criminales.



   ¿Por qué es que yo me considero incapaz de asesinar a una persona, a menos que me ataque, en tanto que las cárceles están llenas de personas que lo han hecho o lo han intentado sin atenuantes? 
   No me cabe duda que la agresión es una característica normal de la personalidad sana, sin embargo, tampoco me cabe duda que el control, tanto el control real como el control potencial sobre esta agresión, es también una característica innata. Que se desarrolle o no, ese es otro cantar. He ahí la diferencia entre el hombre sabio y el joven atolondrado y violento. Uno sabe controlar sus apetitos, sus instintos y atemperar sus emociones, el otro sufre sus pasiones, sus impulsos y sucumbe ante las oleadas de emoción. (Esto aplica tanto para hombres como para mujeres)

   El deseo de amar es innato, al menos esa es mi creencia. Por más que pienso en ello, cuando reflexiono sobre cómo me muevo por la vida, cómo expreso mis deseos a las personas que me rodean, cómo trato de demostrar mi amor … llego a la conclusión de que ni es fácil, ni es algo que se pueda aprender con sólo observar a otra persona.

   Aquí pongo un poema breve que me inspiró un momento de deseo imposible de satisfacer:

Si te doy un beso,
¿me besas?
Si te acaricio,
¿me acaricias?
Si te extraño …
¿me estás extrañando? 

   Me despido con un abrazo de corazón a corazón 

MASM