martes, 5 de enero de 2016

La contaminación y el sexo

Se le da mucha atención, a últimas fechas, a la contaminación de la atmósfera y el asunto del calentamiento global. Sin menospreciar su importancia, en la Fundación ERIN pensamos que darle atención a la contaminación que afecta la salud es al menos tan importante y para tener en mente. 

Las tendencias de la sociedad patriarcal, en general, favoreciendo la ganancia económica por sobre casi cualquier otra cosa y la concentración de capital en una proporción cada vez menor de la población, están provocando cambios en la salud de la población a largo plazo. La epidemia de obesidad es una de las formas más obvias: los cambios en los patrones de consumo y conductas de la población abierta, con más comida procesada e industrializada, a la que se le añaden azúcares, edulcorantes y varios tipos de aditivos, por el lado de la comida, y menos ejercicio por el lado de la conducta se han identificado ya como causales de la epidemia. Pero no la explican por completo... 



Pero hay muchas otras formas de agresión promovidas por la filosofía dominante... Ganar dinero a como de lugar, sin importar las consecuencias, tiene efectos muy variados: El uso indiscriminado de sustancias xenobióticas (ajenas a los ciclos bio-geo-químicos), están impactando los procesos más esenciales de la fisiología humana. Uno de ellos es la fertilidad. 

Alrededor de un tercio de las veces, la infertilidad se debe a un problema en el hombre. Una tercera parte del tiempo, un problema en la mujer. A veces no es posible identificar la causa. Como es de suma importancia para muchas parejas, la infertilidad se estudia con detalle y frecuentemente. 



 Joëlle Le Moal (2013) 

En un estudio amplio sobre la producción de semen de 26609 hombres sanos en Francia (miembros de parejas cuyas mujeres habían sido investigadas por infertilidad) se ha encontrado una disminución generalizada en el conteo espermático y en la calidad de los espermatozoides entre 1989 y 2005. (La población en Francia era de unos 58 millones en 1989, y alcanzó los 63 millones de habitantes en 2005). Los científicos, para explicar estos datos, proponen la hipótesis del disruptor endocrino. 


Aquí ponemos un resumen del artículo científico que reporta el hallazgo.

[Resumen del artículo original de  Jöelle Le Moal et al. de 2014. "Semen quality trends in French regions are consistent with a global change in environmental exposure". 
Este es un estudio retrospectivo realizado en una amplia muestra de los hombres cercanos a la población en general que mostró recientemente un descenso significativo y fuerte en la concentración de espermatozoides y la morfología en el conjunto de Francia entre 1989 y 2005. Se estudiaron estas tendencias dentro de cada región francesa.
Los datos fueron proporcionados por la base de datos Fivnat. La muestra del estudio estuvo constituida por parejas masculinas de mujeres estériles cuyas trompas de Falopio estaban ausentes o bloqueadas. Ellos fueron localizados por los centros de las tecnologías de reproducción asistida (ART).
Un modelo espacio-temporal de Bayes, con las tendencias temporales paramétricas ajustadas para la edad, fue utilizado para modelar las tendencias generales de tiempo para cada región.
Los resultados muestran que la concentración de espermatozoides disminuyó en casi todas las regiones francesas. Aquitania mostró la disminución más fuerte y Midi-Pyrénées tuvo el promedio más bajo en todo el período.
Para la motilidad total aumentaron ligeramente en la mayoría de las regiones mientras Borgoña mostró una disminución pronunciada y significativa.
Para la morfología normal, la mayoría de las regiones disminuyeron. Aquitania y Midi-Pyrénées, mostraron una disminución más fuerte que la tendencia general.
En conclusión, la disminución de la concentración y la morfología de los espermatozoides, que se muestran en la escala del territorio metropolitano francés, se observó también en la mayoría de las regiones francesas. Esto es consistente con un cambio global en la exposición al medio ambiente, especialmente de acuerdo con la hipótesis del disruptor endocrino. De hecho la exposición a estos productos químicos ubícuos ha ido creciendo en la población general francesa desde los años cincuenta y los resultados no parecen apoyar la hipótesis de estilo de vida. Las disminuciones más fuertes y los valores más bajos se observan consistentemente en dos regiones próximas a la vez muy agrícolas y densamente pobladas.] 
Fin del resumen. 

La “hipótesis del disruptor endocrino” no es más que una forma pomposa y políticamente correcta de decir lo siguiente: que los plaguicidas, agroquímicos y otras sustancias tóxicas que tienen estructura química semejante a algunas hormonas humanas, o que en alguna parte clave de su estructura se parecen a hormonas, están entrando en la dieta y el ambiente de las personas y envenenándolas, la consecuencia clínica observable está en el conteo y la morfología de la secreción eyaculatoria de los hombres en edad reproductiva. Pocos procesos fisiológicos son tan básicos a nuestra salud. 

No cabe duda: Se le debe dar más atención a la contaminación de los alimentos y del ambiente por las sustancias tóxicas, sean de uso agrícola o no, y se debe regular mejor su producción y manejo para proteger a la población; el aumento en el uso de estas y otras substancias xenobióticas, en especial las que se sabe que tienen efectos tóxicos, no se debe ver como un progreso en ventas o un logro mercantil sino como una falla en su manejo y baja efectividad. Para que se entienda: el aumento en el número de balas usadas por la policía no debe verse como una mejora en su desempeño, es en la solución y la prevención de los problemas sociales donde se debe medir el desempeño del gobierno. Lo mismo con la industria química y agroquímica, es en la salud y la felicidad de la población donde se debe medir su aportación.   
   
Aquí vale la pena hacer una anotación: la obesidad y la diabetes tipo 2 son enfermedades crónicas con un trasfondo endocrino indudable. ¿No será que la contaminación de nuestra comida y nuestras fuentes de agua lo que las provoca? ¿No será que la hipótesis del disruptor endocrino es correcta y no solo afecta la producción de semen sino la salud en general? 



La primera imagen arriba es de Woody Allen y otros actores disfrazados de espermatozoides; fotograma de su película "Todo lo que siempre quiso saber del sexo y no se atrevió a preguntar"; la segunda imagen es un retrato de Joëlle Le Moal, la autora principal del artículo citado.