martes, 15 de abril de 2014

Sobre PLAYBOY Fotografía glamour VS pornografía, la fotografía en la revista Playboy

  En esta entrada quiero hacer un homenaje a la revista Playboy y a Hugh Hefner, su creador, que este mes acaba de celebrar su cumpleaños. 

  Mucho se habla y escribe, sobre todo en las revistas “femeninas”, sobre lo bueno que es el sexo para la salud. Que si ayuda a quemar calorías, que si mejora la respiración, que si disminuye el estrés y toda una sarta de tarugadas que realmente no vienen al caso, por más que sean verdad. ¿¡O no?! Casi cualquier ejercicio es bueno para la salud, sobre todo con moderación y en condiciones favorables.  En cambio, a diferencia del ejercicio el sexo es fuente de un placer delicioso y ayuda a mejorar las relaciones de pareja; en general, nuestras relaciones con la vida, con el mundo... eso debería ser más que suficiente.  ¿Para qué le buscan otros beneficios? 




    Lenna Söderberg -Playboy- nov. 1972 
 (más de 7 millones de ejemplares de la revista fueron vendidos ese mes) 

   En las revistas “femeninas” a las que me refiero, donde hablan de otros beneficios del sexo, como para justificar la actividad sexual, me parece que tal ocurre como parte de un movimiento cultural que empezó, más o menos, en la década de los 50's del siglo pasado: Ya que la salud es un bien indiscutido, conjuntar sexo y salud pone al escritor del lado seguro.  No es más que una forma de disfrazar la mojigatería, aprovechar el morbo y la necesidad de la gente reprimida para venderles la revista.  Pero en esas mismas revistas femeninas casi nunca se publican fotografías de personas en paños menores o desnudas, excepto por los anuncios de lencería para damas.  

   Hay otras formas de abordar la sexualidad.  
   La revista “masculina”  Playboy, de Hugh Hefner, que inició en diciembre de 1953, trató la sexualidad humana como una actividad lúdica por excelencia y una fuente de placer insuperable. 


      Janet Pilgrim, tres veces Playmate (al fondo se aprecia la silueta de Hugh Hefner).  

   Quiero hacer notar que la famosa revista Cosmopolitan, originalmente una revista literaria para todo público, se convirtió en revista “femenina” en los años sesentas, justo cuando Playboy se convertía en ícono de la industria editorial norteamericana.  

   La revista Playboy publicaba muy buenas fotografías de hermosas mujeres y, aunado a ello, entrevistas excelentes y largas que hacían a personajes dignos de admiración. Además, Hefner desarrolló una línea editorial liberal y moderna a favor de la libertad de expresión, algunas causas de las minorías, la igualdad, contra el racismo y contra la guerra, por una forma de vida más alegre, por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus embarazos, que le dieron un sello inconfundible a la revista. Acompañadas también de artículos de ficción escritos por autores de renombre, las famosas fotos de Playboy pronto convirtieron a la revista en un nuevo referente cultural. Mucha gente no conoce la revista de primera mano y, sin embargo, se atreve a calificarla como “pornográfica” porque sabe que en ella se publican fotografías de mujeres desnudas.  Esa especie de miedo a la desnudez es parte de la mojigatería que Hefner quería combatir.  Para él, “la muchacha de la casa de al lado”, joven, sana, sin complejo de femme fatale, en situaciones cotidianas, recién bañada y oliendo a jabón, era el tipo de imagen que quería retratar. Para mi gusto, Playboy nunca ha sido una revista porno, en cambio, sí ha sido una revista divertida y edificante. 

        Margaret Atwood (de joven)   

     Plumas de la talla de Arthur C. Clarke, Ian Fleming, Margaret Atwood, Vladimir Nabokov, Alex Haley, Roald Dahl, Gabriel García Márquez, Gay Talese, David Shef, Haruki Murakami, Norman Mailer, Ray Bradbury, Jack Kerouac, Kurt Vonnegut, entre otros, han engalanado las páginas de Playboy con sus trabajos.  Fue en Playboy que muchas personas leyeron por primera vez sobre Ayn Rand, en una larga y entretenida entrevista en la que habla del amor, de la pasión, de la felicidad, del egoismo entendido como un bien positivo en contra del altruismo y el autosacrificio. La colección de entrevistas de Playboy, publicada como tal, con 380 entrevistas a personalidades tan variadas como John Denver, Bob Dylan, John Lennon poco antes de morir asesinado, Miles Davis, el ex-presidente Jimmy Carter y el reverendo Martin Luther King jr.; un Marlon Brandon preocupado por los derechos de los indios americanos, un Steve Jobs joven y ambicioso, el actor Jack Nicholson preocupado por su arte, la veterana Bette Davis, Robert Redford y Pamela Anderson, Stanley Kubrick, atestiguan de la apertura editorial de Playboy.  Por cierto, la entrevista a Ayn Rand no es difícil de leer y sí una lección de filosofía. 

 (se puede leer aquí:  http://ellensplace.net/ar_pboy.html ) 


   Por todo ello, la organización literaria PEN USA, en noviembre de 2010, honró a Hugh Hefner “por su labor de cincuenta años de apoyo a escritores y dramaturgos y contra la censura”. 

 (ver la nota en: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/11/101119_playboy_contribucion_libertad_expresion_pl.shtml =consultado el 2 de abril de 2013)

   La fotografía que se ha publicado en Playboy, la característica más sobresaliente y que catapultó la revista, que le dio fama y notoriedad por su calidad, es más del tipo de lo que se clasifica como fotografía glamour y fotografía boudoir que fotografía porno. 

   La primera imagen que adorna esta entrada es una buena muestra de ello.  Es “la primera dama de la Internet”.  Retrata a Lenna Söderberg en su juventud.  Esa fotografía, que apareció en el número de noviembre de 1972 de Playboy, se convirtió en la imagen más vista en Internet pues fue usada para probar equipo de digitalización de imágenes.  Se usa la versión para las pruebas de scanner, y se conoce simplemente como “Lenna”, un corte (crop) de la original que se centra en la cara de la modelo así: 


    Desde ese noviembre, cuando la edición superó los siete millones de ejemplares, la circulación de Playboy osciló un poco durante la década y luego ha venido disminuyendo, como la de la mayoría de las revistas “para caballeros”; se vaticina que desaparecerá antes de que termine la presente década: el mundo hoy ya no es como era en las décadas de los 60's y 70's, cuando Playboy estaba en su apogeo; y la Internet no existía.  Dudo mucho que la revista desaparezca pronto. En ediciones recientes, algunas luminarias han provocado pequeños repuntes en su circulación, como cuando Alicia Machado, bella mujer venezolana que ganó el título de Miss Universo apareció en la edición de Playboy México. 
    Es por esta influencia de la fotografía en las ventas de la revista, y por la oposición miope de tantas feministas que no aprecian la fotografía de mujeres desnudas como arte, como erotismo, ni ninguna otra expresión positiva de la cultura sino como objetivación de la mujer (entre otras cosas), que se dice que Playboy no es más que un escaparate de mujeres bonitas que buscan aprovechar su físico para ganar dinero y que todo lo demás es sólo adorno; como un pianista que toca “buena música” en el salón recibidor de un burdel de lujo.  No estoy de acuerdo.  Quizá sea porque yo sí he leído y disfrutado muchos artículos y entrevistas en Playboy, además de, desde luego, las estupendas fotografías.  

   Para abundar y clarificar sobre la fotografía de mujeres en Playboy, comento la segunda foto que adorna esta entrada. Se trata de una mujer que trabajaba para la mismísima Playboy, "Janet Pilgrim", la quinta esencia del concepto de Hefner de la chica de al lado (*). Janet, cuyo nombre real era Charlaine Edith Karalus, según su biografía en Wikipedia posó desnuda por primera vez por una oferta, del mismo Hugh Hefner, de $25 (venticinco dólares). Finalmente apareció en la revista tres veces. La oferta de Hefner, como yo la entiendo, no era para que se hiciera rica, sólo una proposición de negocios para que quedara claro que posar era una cosa y merecía un pago, en tanto que su trabajo en el departamento de suscripciones era otra. Karalus pidió un aparato para estampar direcciones. El nombre que se usó en la revista, en vez del real, lo inventó el mismo Hefner para hacer burla del puritanismo de la época y para proteger a su empleada (Janet es un nombre común de mujer, equivale a Juanita, y Pilgrim significa peregrino/a).

   Si la pornografía se refiere a sexo explícito, en especial el que practican las prostitutas con sus clientes, la fotografía de Playboy no lo es ya que no retrata actividad sexual, ni sus modelos, en general, eran ni son protitutas sino mujeres que se dedican a otra cosa, como el caso de Karalus. Lo que Playboy retrata es la belleza de la mujer, en especial la mujer adulta joven.  
  




 (*)= “The girl next door”, frase hecha del inglés, que significa la muchacha vecina, la muchacha de la casa de al lado; pero, literalmente, es la muchacha de la puerta siguiente, que aplica perfectamente a la compañera de trabajo en este caso.