martes, 24 de marzo de 2015

No tan FLACAS ni tan jóvenes

No tan FLACAS ni tan jóvenes 

En Francia se preocupan por la imagen de las modelos en las mentes de la juventud francesa. 



    Otra vez los franceses ponen la nota de avanzada: proponen una ley para proteger a las mujeres y a las adolescentes de la admiración a las modelos flacas: la propuesta de ley, que fue rechazada, haría obligatorio un estudio de salud a las mujeres que deseen caminar por las pasarelas de casas de alta costura y de las firmas de moda y se criticará y combatirá la "apología de la flacura".  El rechazo de la propuesta de ley se arguyó como que la medida era discriminatoria contra las mujeres flacas.  Los diputados que la propusieron quieren que se hagan estudios médicos para apoyar una versión mejorada de la propuesta de ley pues afirman que la anorexia entre las adolescentes es muy frecuente y tiene un componente psicológico de imitación importante. 



   Sylvie Fabregon, quien aparece aquí en las fotos, es directora de la Agencia Plus, agente de modelos que se presenta sin adornos ni maquillaje, quien, no obstante, traza su camino en la moda y la publicidad por más de 30 años. La Agencia Plus es la primera empresa de moda que usa modelos de tallas grandes en Francia y Sylvie Fabregon es además fundadora de Masters, la primera agencia que usa modelos adultos y mayores; señoras y abuelas. El tamaño y la belleza no son los únicos criterios de selección de Sylvie Fabregon, que recluta a modelos mayores, de 40 años al menos. "Por encima de todo, tienen que estar sanas, destilar entusiasmo, carisma. Asumen su edad y dan ganas de envejecer", dijo la que reclutara a Lucienne Moreau, ama de llaves retirada quien se convirtió en el icono del pastel Granny Petit Journal. Muchas de sus modelos llevan el pelo al natural, plateado o blanco, tienen arrugas y patas de gallo que disimulan con maquillaje pero sin cubrir. 
   Es hora de que las modelos flacas, de figura de espagueti, sin curvas, sin carne, demacradas, dejen las pasarelas. Esperemos que la sensatez y la naturalidad regresen a las casas de moda y las pasarelas aun sin una ley que las obligue a ello. 

   Un abrazo de corazón a corazón