miércoles, 18 de julio de 2012

Mastúrbate o Reprueba


   MASTÚRBATE   O   REPRUEBA

   La sexualidad humana es motivo de interés incluso para personas mayores. Esto no es nuevo. La sexualidad humana es motivo de vergüenza. Esto tampoco es nuevo. Sin embargo, la sexualidad humana también es motivo de emociones exaltadas, violencia, problemas psicológicos, nerviosismo ante material explícito, ansiedad por no conformar el estereotipo de género que uno cree que le corresponde, etcétera. Un profesor puede obligar a sus alumnos a masturbarse como tarea. ¡Esto sí es nuevo!  
    
          
     
   
   Siendo una cuestión tan compleja y que puede provocar emociones y problemas tan disímiles es razonable que una universidad que ofrece cursos de sexualidad humana pida a sus estudiantes que firmen una hoja de consentimiento que libra a la universidad de toda posible culpa o daño para inscribirse, renunciando a posibles recursos en contra. A nivel universitario, se supone que los asuntos que se tratan no son triviales y pueden provocar más que una simple turbación momentánea. 

   En una sociedad como la norteamericana, que es a la vez mojigata y avanzada en cuestiones de sexualidad humana, se ha dado un interesante problema, una verdadera novedad. Una estudiante está poniendo una demanda legal contra una universidad por maltrato, semejante a acoso sexual, provocado por el profesor titular de la cátedra de sexualidad humana. 
   La persona en cuestión es una mujer, de 60 años de edad, que se inscribió a un curso de sexualidad humana porque, siendo ella trabajadora social, pensó que ese tipo de curso podría ayudarle a mejorar su desempeño profesional y no pudo aprobarlo; a medio camino se salió y demandó a la universidad.  Aunque sí había firmado la renuncia consentimiento (waiver, en inglés).  

   El asunto no es menor. Las demandas legales, sobre todo en los EEUU, se toman muy en serio y el profesor y la universidad están a punto de entrar a un terreno escabroso del que puede que no salgan bien libradas. La estudiante se quejó de varias formas. Una de sus quejas es que su maestro exigió a sus alumnos que se masturbaran. “Yo levanté mi mano y dije, yo no me masturbo, a lo que el profesor contestó. Usted debe masturbarse al menos tres veces para aprobar el curso”. Ella equiparó esto a un acoso sexual. 

   La escuela que tiene el dudoso honor de ser la parte demandada es la universidad de Western Nevada. Está enclavada en una zona del país conocida por su liberalidad en cuestiones de sexualidad, juegos de azar y apuestas aceptadas y alto consumo de bebidas alcohólicas. Es la zona del estado donde descansa su capital, Carson City, y la zona donde se descubrió mineral de plata.

   Que la estudiante, de nombre Karen Royce, tenga 60 años de edad creo que no es muy importante. Es bien sabido, desde hace tiempo, que tanto hombres como mujeres se masturban pasados los 60 años (ver, por ejemplo, el “Informe Hite”). Lo que sí creo que importa es la cuestión de si era necesario que la estudiante cumpliera con los requisitos de conducta extramuros y si podía el profesor obligarla a cumplir con las tareas que a ella le parecía que invadían su privacidad o no. 

   Aquí pongo un par de ligas a artículos originales para que usted, si le interesan los detalles, haga su análisis:
http://oncampus.macleans.ca/education/2012/07/03/i-was-told-to-masturbate-or-fail/
http://www.dailymail.co.uk/news/article-2166586/Karen-Royce-sues-college-professor-sexuality-course-required-masturbate-document-sexual-abuse-fetishes-promiscuity-pass.html?ito=feeds-newsxml 

   ¿Usted que opina?
   Masturbarse, hacerse caricias por placer, hasta llegar al orgasmo o no, autoerotismo, es una práctica más común de lo que las personas reprimidas que no lo hacen pudieran pensar. Algunas personas, entre las que me incluyo, pensamos que masturbarse es sano y normal. Otras personas, especialmente las que no se masturban, piensan que hacerlo es algo sucio o peor. 
  
          
   
   Hay mucha discusión sobre esto. Hay grupos de personas, especialmente entre las que practican el Tao, que ven la eyaculación masculina como una pérdida de energía y salud. La iglesia católica, una de las instituciones más retrógradas y mojigatas en la historia de la humanidad, y también una de las más represoras y violentas contra las opiniones distintas, especialmente en cuestiones sexuales, tuvo la postura de que masturbarse era malo para la salud y que las relaciones sexuales debían ocurrir sólo entre adultos casados y sólo con el propósito de tener hijos, por lo que la eyaculación debía ocurrir durante el acto.  Esto fue ridiculizado por un filme inglés del grupo de Monty Python en una canción: “Every sperm is sacred”.  
(ver http://www.youtube.com/watch?v=UMx6X26iJ_c  )

   En youtube vi hace tiempo una animación sobre la masturbación, original, ingeniosa y con un cariz didáctico, me pareció muy interesante (no he podido encontrar la liga al video). Una chica está filosofando sobre la conveniencia práctica de masturbarse.  Si se masturba puede estar haciendo algo “malo”, pero si no se masturba tiene un deseo sexual insatisfecho  .  .  .  este deseo insatisfecho crece, lo que la puede llevar a cometer tonterías, besarse con el chico inapropiado, tener relaciones antes de conseguir una pareja estable, quedar embarazada sin desearlo... La chica concluye que su mamá y todas las mujeres que le aconsejan no masturbarse están equivocadas.  


   En México tenemos una rima que, a mi parecer, indica una postura sana respecto de la masturbación: 

   Una vez al año 
   es de hermitaño, 
   una vez al mes 
   es de marqués, 
   una vez a la semana, 
   es cosa sana, 
   una vez al día 
   es una porquería, 
   una vez a cada rato 
   te estropea el aparato.    

   Un abrazo de corazón a corazón 

Manuel 

NOTA:  Las imágenes corresponden a una chica acariciándose y un objeto de arte erótico chino de porcelana. Ambas bajadas de la internet.