lunes, 14 de julio de 2014

Las enfermedades venéreas

 Las Enfermedades Venéreas 

Venérea = relativo a Venus, relacionado al amor; suele usarse como adjetivo y referirse a las enfermedades de transmisión sexual. 
(Venus descansando)

      Una de las metas de La Fundación ERIN es educar para ejercer una sexualidad plena, responsable y satisfactoria; por ello, las enfermedades venéreas y las formas de prevenir y combatirlas es un tema importante que abordamos ahora.  No es uno agradable para muchos, pero sí es un tema que debe conocer cualquier persona que pretenda ejercer su sexualidad de manera responsable. 

   Más conocidas hoy como Infecciones de Transmisión Sexual, ITS, o enfermedades de transmisión sexual, ETS, las enfermedades venéreas siguen siendo muy comunes a pesar de que hay tratamientos bien conocidos, de que existen las técnicas y aditamentos de prevención efectivos, y de que las autoridades sanitarias ejercen medidas de control para detectarlas, contenerlas y evitarlas. 
  
   Se les llamaba venéreas porque se decía que venían de Venus, la diosa del Amor.  Aunque esta terminología ya no se usa, vale la pena reflexionar sobre ello, pues no es necesario que una persona sea promiscua y tenga relaciones sexuales con muchas otras personas para contagiarse.  La verdad es que no se sabe bien qué tan ampliamente distribuidos están, por ejemplo, los virus de las enfermedades venéreas en la población sana, es decir, cuántos son portadores asintomáticos, personas que parecen y se sienten sanas pero llevan consigo el virus causante de alguna de estas enfermedades, como la de Papiloma humano, el Herpes genital, la Hepatitis B y otras menos comunes. 

  Las estimaciones de las autoridades sanitarias respecto a las ETS son dignas de atención. 

   Por ejemplo, entre mujeres en edad fértil, en México, se estima que más del 35% son portadoras de algún tipo de VPH (virus de papiloma humano; según datos recientes del  Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) con motivo de los estudios para el desarrollo de la vacuna contra el VPH). 
       
   Aprovecho aquí para combatir un mito: Por alguna razón que desconozco, se ha popularizado la idea de que los hombres son menos propensos al VPH. Esto no es verdad. Que la presencia de VPH en mujeres se ha asociado al cáncer cervicouterino no implica que los VPH no provoquen daños en los órganos genitourinarios masculinos o en otras mucosas. Si la edad de inicio de la actividad sexual y el número de parejas son indicativos, la prevalencia en hombres debe ser igual o mayor.   

      
    (Importancia del VPH en cáncer a nivel global, según Parkin, 2006.)  

    Algunas personas, por la difusión que han tenido las noticias sobre VIH/SIDA, creen que esta es la ETS más frecuente, sin embargo, la realidad es otra. Las verrugas genitales vulgares, o verrugas vulgares genitales, son la ETS más común en México (ver http://www.medicinaysalud.unam.mx/seam2k1/2008/ago_01_ponencia.html ) con una tasa de incidencia del 17% por cada cien mil habitantes. 

   Para dar otro ejemplo de nuestro país: El Hospital Universitario de Puebla (ver http://www.amimc.org.mx/revista/2010/30_1/prevalencia.pdf ),  reporta que siete de cada mil consultas de mujeres mayores de quince años presentaban cuadros de ETS en el año 2008, siendo candidiasis vaginal (la vaginitis), por mucho la más frecuente. Esta enfermedad es causada por un hongo microscópico,  la especie Candida albicans.  

   Otro ejemplo de estudios epidemiológicos en México. En este caso, sobre sífilis, se trata de seroepidemiología, es decir, estudios de presencia de anticuerpos contra Treponema pallidum en sueros de personas adultas (ver  http://bvs.insp.mx/rsp/articulos/articulo.php?id=002065 ), realizado por investigadores del INSP.  En más de doce mil sueros analizados, se encontró una prevalencia mayor al 3% y la falta de uso de condón como método anticonceptivo como el factor predeterminante más importante, con más casos en hombres que en mujeres.        

    Un ejemplo más. De acuerdo a los doctores Domínguez Soto y Díaz González, del departamento de dermatología del hospital Dr Manuel Gea González, de la ciudad de México, en nuestro país ocurren cerca de 200 mil casos de ETS cada año. 

   Dados los números de estos ejemplos creo que las ETS son suficientemente importantes para procurarles más atención. 

   ¿Por qué no se han podido erradicar la gonorrea, la sífilis y otras ETS a pesar de que desde hace mucho se conocen bien los agentes causales, se desarrollaron antibióticos para su combate y las medidas preventivas para evitar el contagio? 

        Las ETS y la educación  

   La impresión general que me dan los medios masivos de difusión es que las ETS no son un tema importante, no son problema de actualidad.  Lo mismo pasa en las revistas.  En la mayoría de los libros de sexualidad humana se habla de todo menos de ETS.  Es una lástima porque lo que se desconoce no se puede corregir.  Un libro muy publicitado en la televisión, escrito por la psicóloga y conductora española Silvia Olmedo, lleva el sugerente título de “Los Misterios del Amor y el Sexo”.  Es el tipo de libro sencillo, ameno, sin pretensiones, de amplia difusión comercial que podría ayudar a los jóvenes a adoptar conductas más responsables que les eviten o, al menos, disminuyan las probabilidades de contagio de ETS, pero, posiblemente, Olmedo no pensó que las ETS son un misterio de la sexualidad humana, ni siquiera para sus lectores, y no incluyó el tema ¡Lástima!  (1)  
 
  
    
 En las escuelas se habla un poco de sexualidad humana, el tema de las ETS se trata de manera muy superficial, por mojigatería o por desconocimiento, con programas que arrastran conservadurismos atávicos (ver, por ejemplo:  http://noticias.universia.net.mx/en-portada/noticia/2012/07/09/949476/necesario-superar-carencias-presenta-educacion-sexual-mexico.html ). 
   
    Las enfermedades infecto-contagiosas son muy complejas de tratar y muy difíciles de erradicar. En el caso de las ETS, como en las otras, las actitudes, las costumbres, la comunicación y otras conductas humanas influyen en nuestra capacidad, como sociedad, de prevenirlas y controlarlas. Si a ello unimos los problemas de vergüenza, las falsas expectativas de los jóvenes hacia sus parejas y las ideas erróneas defendidas por mojigatería o ignorancia, tenemos un terreno fértil para su propagación. Para complicar más las cosas, muchas personas, tanto pacientes como médicos, han hecho mal uso de los antibióticos en el tratamiento de estas y otras enfermedades infecto-contagiosas y ahora hay muchas cepas resistentes a uno, a varios o incluso a muchos antibióticos, lo que complica y dificulta su tratamiento y hace casi imposible su erradicación. 

    Una enfermedad venérea clásica es aquella que se transmite de persona a persona, mediante contacto íntimo, especialmente las relaciones sexuales.  El agente etiológico, es decir, el microbio causante de la enfermedad, suele ser un virus o una bacteria, pero también hay ETS provocadas por hongos y por protozoarios. Las conductas involucradas en la transmisión son el coito o cópula, "el sexo anal", "el sexo oral" y otras demostraciones de afecto en las que hay intercambio de fluidos, como los besos y las caricias.  Es por esto que antiguamente, cuando se comprendió que se relacionaban con las demostraciones de afecto y las relaciones sexuales se les llamó enfermedades venéreas.     
   
    El Tracoma, por ejemplo, es una enfermedad provocada por un parásito llamado Chlamydia trachomatis, que puede provocar ceguera. Lo menciono porque este parásito es extraordinario, es intracelular, estricto y parece que sólo se encuentra en los seres humanos. El modo de transmisión es por roce de la piel o mucosa de una persona con la piel o mucosa de la persona infectada.  Estas enfermedades, por lo tanto, también se pueden transmitir por cualquier conducta que implique el intercambio de fluidos entre dos seres humanos, como compartir jeringas, el parto, etcétera.   
   La clamidiasis es una enfermedad venérea provocada por el mismo parásito, la Chlamydia trachomatis, el cual también causa el Linfogranuloma venéreo (LGV).   

    Sexualidad y enfermedades venéreas 

    La sexualidad humana es compleja; las ideas, la cultura, los mitos y la gran mobilidad actual de la población la hacen más compleja y que las ETS, consecuentemente, sean un problema de salud pública importante, a pesar de que las revistas y los libros sobre sexualidad humana las ignoren.    

   Tener relaciones sexuales con una persona amada no debería significar un peligro a la propia salud; sin embargo, la verdad es otra.  La realidad, como ha sido estudiada por los microbiólogos y los epidemiólogos, como apunto en un párrafo anterior con algunos datos recientes de nuestro país, es compleja, no tenemos la seguridad de que nuestra pareja no nos contagie. Si no se toman algunas precauciones, la probabilidad de contagio se incrementa.  

     Los humanos no somos monógamos estrictos, desde una perspectiva biológica, si acaso somos monógamos secuenciales, como la famosa actriz Elizabeth Taylor (1932-2011), que se casó ocho veces con siete hombres (dos veces con Richard Burton).   
 

   
 
   Las conductas sexuales suelen aparecer, si no antes, en la adolescencia. Se van haciendo más intensas y frecuentes con la edad.  Generalmente, tenemos relaciones sexuales con personas que no conocemos desde la infancia.  Las que son candidatas naturales para que nos enamoremos de ellas suelen ser personas que no forman parte de la familia ni del círculo más íntimo de convivencia infantil, excepto en poblaciones muy aisladas.  De ahí que rara vez conocemos sus antecedentes sexuales.  Como la actividad sexual en pareja suele ser un asunto íntimo y del que se habla poco, las personas con las que tenemos relaciones sexuales suelen haber tenido experiencias, antes de conocernos a nosotros, que ignoramos y que representan un riesgo para nuestra salud. 
   
    Hoy en día, por más que sigue siendo el ideal en muchas poblaciones, son raras las parejas en las que ambos llegan vírgenes al matrimonio.  En ese caso, mientras se mantengan fieles, lo más probable es que nunca se contagien ETS.  En los demás casos, que creo que son la mayoría, lo más probable es que el que tiene más experiencia sexual contagie al que menos, aunque no siempre suceda, ni siempre en esa dirección.  Otra cosa que sucede es que la pareja llega limpia al matrimonio, entre ellos no se contagian al inicio pero, con el tiempo, uno o ambos tienen un amorío, una aventura o relación extramatrimonial. De esta forma, uno, o ambos traen los patógenos a la relación y contagian a la pareja. 

     La precaución más simple, también efectiva, es un poco de higiene. En la Fundación ERIN, recomendamos bañarse bien con agua y jabón antes de tener un encuentro amoroso y tener a la mano un condón de látex.  Recomendamos usar un condón en caso de querer llegar al final, a la cópula. Los condones modernos son muy seguros y son tan delgados que permiten la transmisión de las sensaciones de calor y fricción de manera que el disfrute es casi igual que sin usarlo, por lo que no hay excusa. Pocas personas son alérgicas al látex. Si esto sucede, lo mejor es consultar a un médico y pedirle consejo sobre otras opciones de seguridad y de control de la fertilidad apropiadas a la pareja en cuestión. 






   CLASIFICACIÓN 

   Las ETS se pueden dividir en tipos clasificándolas por su agente etiológico:  las virales, las bacteriales, las fungales y las protozoales; es decir, causadas por virus, bacterias, hongos o protozoarios, respectivamente.   

   En cuanto a protozoarios, el parásito más importante en ETS es la Trichomona vaginalis, que debe su nombre precisamente a que su hábitat es la vagina humana.  Este micro-organismo es “el agente no viral de transmisión sexual más frecuente”, causante de la mayoría de las ITS no provocadas por virus en México, según informes de investigadores especialistas de la UNAM (ver http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/tricomoniasis.html ). T. vaginalis provoca la tricomoniasis vulvo-vaginal. 

   No cabe duda que un poco de higiene y el uso adecuado de un condón nuevo en cada encuentro sexual es el mejor seguro de salud erótica. Use condón y disfrute sin miedo, que el sexo es para eso, para disfrutar de la intimidad erótica con nuestra pareja.  

   Un abrazo de corazón a corazón 

   





 (1) = En los programas de televisión en que he visto a la psicóloga Olmedo, ella sí habla de usar el condón y de “tomar precauciones”, pero no me ha tocado verla hablar de las ETS. Su libro lo publicó la editorial AGUILAR, en 2010.
    

     
        



martes, 15 de abril de 2014

Sobre PLAYBOY Fotografía glamour VS pornografía, la fotografía en la revista Playboy

  En esta entrada quiero hacer un homenaje a la revista Playboy y a Hugh Hefner, su creador, que este mes acaba de celebrar su cumpleaños. 

  Mucho se habla y escribe, sobre todo en las revistas “femeninas”, sobre lo bueno que es el sexo para la salud. Que si ayuda a quemar calorías, que si mejora la respiración, que si disminuye el estrés y toda una sarta de tarugadas que realmente no vienen al caso, por más que sean verdad. ¿¡O no?! Casi cualquier ejercicio es bueno para la salud, sobre todo con moderación y en condiciones favorables.  En cambio, a diferencia del ejercicio el sexo es fuente de un placer delicioso y ayuda a mejorar las relaciones de pareja; en general, nuestras relaciones con la vida, con el mundo... eso debería ser más que suficiente.  ¿Para qué le buscan otros beneficios? 




    Lenna Söderberg -Playboy- nov. 1972 
 (más de 7 millones de ejemplares de la revista fueron vendidos ese mes) 

   En las revistas “femeninas” a las que me refiero, donde hablan de otros beneficios del sexo, como para justificar la actividad sexual, me parece que tal ocurre como parte de un movimiento cultural que empezó, más o menos, en la década de los 50's del siglo pasado: Ya que la salud es un bien indiscutido, conjuntar sexo y salud pone al escritor del lado seguro.  No es más que una forma de disfrazar la mojigatería, aprovechar el morbo y la necesidad de la gente reprimida para venderles la revista.  Pero en esas mismas revistas femeninas casi nunca se publican fotografías de personas en paños menores o desnudas, excepto por los anuncios de lencería para damas.  

   Hay otras formas de abordar la sexualidad.  
   La revista “masculina”  Playboy, de Hugh Hefner, que inició en diciembre de 1953, trató la sexualidad humana como una actividad lúdica por excelencia y una fuente de placer insuperable. 


      Janet Pilgrim, tres veces Playmate (al fondo se aprecia la silueta de Hugh Hefner).  

   Quiero hacer notar que la famosa revista Cosmopolitan, originalmente una revista literaria para todo público, se convirtió en revista “femenina” en los años sesentas, justo cuando Playboy se convertía en ícono de la industria editorial norteamericana.  

   La revista Playboy publicaba muy buenas fotografías de hermosas mujeres y, aunado a ello, entrevistas excelentes y largas que hacían a personajes dignos de admiración. Además, Hefner desarrolló una línea editorial liberal y moderna a favor de la libertad de expresión, algunas causas de las minorías, la igualdad, contra el racismo y contra la guerra, por una forma de vida más alegre, por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus embarazos, que le dieron un sello inconfundible a la revista. Acompañadas también de artículos de ficción escritos por autores de renombre, las famosas fotos de Playboy pronto convirtieron a la revista en un nuevo referente cultural. Mucha gente no conoce la revista de primera mano y, sin embargo, se atreve a calificarla como “pornográfica” porque sabe que en ella se publican fotografías de mujeres desnudas.  Esa especie de miedo a la desnudez es parte de la mojigatería que Hefner quería combatir.  Para él, “la muchacha de la casa de al lado”, joven, sana, sin complejo de femme fatale, en situaciones cotidianas, recién bañada y oliendo a jabón, era el tipo de imagen que quería retratar. Para mi gusto, Playboy nunca ha sido una revista porno, en cambio, sí ha sido una revista divertida y edificante. 

        Margaret Atwood (de joven)   

     Plumas de la talla de Arthur C. Clarke, Ian Fleming, Margaret Atwood, Vladimir Nabokov, Alex Haley, Roald Dahl, Gabriel García Márquez, Gay Talese, David Shef, Haruki Murakami, Norman Mailer, Ray Bradbury, Jack Kerouac, Kurt Vonnegut, entre otros, han engalanado las páginas de Playboy con sus trabajos.  Fue en Playboy que muchas personas leyeron por primera vez sobre Ayn Rand, en una larga y entretenida entrevista en la que habla del amor, de la pasión, de la felicidad, del egoismo entendido como un bien positivo en contra del altruismo y el autosacrificio. La colección de entrevistas de Playboy, publicada como tal, con 380 entrevistas a personalidades tan variadas como John Denver, Bob Dylan, John Lennon poco antes de morir asesinado, Miles Davis, el ex-presidente Jimmy Carter y el reverendo Martin Luther King jr.; un Marlon Brandon preocupado por los derechos de los indios americanos, un Steve Jobs joven y ambicioso, el actor Jack Nicholson preocupado por su arte, la veterana Bette Davis, Robert Redford y Pamela Anderson, Stanley Kubrick, atestiguan de la apertura editorial de Playboy.  Por cierto, la entrevista a Ayn Rand no es difícil de leer y sí una lección de filosofía. 

 (se puede leer aquí:  http://ellensplace.net/ar_pboy.html ) 


   Por todo ello, la organización literaria PEN USA, en noviembre de 2010, honró a Hugh Hefner “por su labor de cincuenta años de apoyo a escritores y dramaturgos y contra la censura”. 

 (ver la nota en: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/11/101119_playboy_contribucion_libertad_expresion_pl.shtml =consultado el 2 de abril de 2013)

   La fotografía que se ha publicado en Playboy, la característica más sobresaliente y que catapultó la revista, que le dio fama y notoriedad por su calidad, es más del tipo de lo que se clasifica como fotografía glamour y fotografía boudoir que fotografía porno. 

   La primera imagen que adorna esta entrada es una buena muestra de ello.  Es “la primera dama de la Internet”.  Retrata a Lenna Söderberg en su juventud.  Esa fotografía, que apareció en el número de noviembre de 1972 de Playboy, se convirtió en la imagen más vista en Internet pues fue usada para probar equipo de digitalización de imágenes.  Se usa la versión para las pruebas de scanner, y se conoce simplemente como “Lenna”, un corte (crop) de la original que se centra en la cara de la modelo así: 


    Desde ese noviembre, cuando la edición superó los siete millones de ejemplares, la circulación de Playboy osciló un poco durante la década y luego ha venido disminuyendo, como la de la mayoría de las revistas “para caballeros”; se vaticina que desaparecerá antes de que termine la presente década: el mundo hoy ya no es como era en las décadas de los 60's y 70's, cuando Playboy estaba en su apogeo; y la Internet no existía.  Dudo mucho que la revista desaparezca pronto. En ediciones recientes, algunas luminarias han provocado pequeños repuntes en su circulación, como cuando Alicia Machado, bella mujer venezolana que ganó el título de Miss Universo apareció en la edición de Playboy México. 
    Es por esta influencia de la fotografía en las ventas de la revista, y por la oposición miope de tantas feministas que no aprecian la fotografía de mujeres desnudas como arte, como erotismo, ni ninguna otra expresión positiva de la cultura sino como objetivación de la mujer (entre otras cosas), que se dice que Playboy no es más que un escaparate de mujeres bonitas que buscan aprovechar su físico para ganar dinero y que todo lo demás es sólo adorno; como un pianista que toca “buena música” en el salón recibidor de un burdel de lujo.  No estoy de acuerdo.  Quizá sea porque yo sí he leído y disfrutado muchos artículos y entrevistas en Playboy, además de, desde luego, las estupendas fotografías.  

   Para abundar y clarificar sobre la fotografía de mujeres en Playboy, comento la segunda foto que adorna esta entrada. Se trata de una mujer que trabajaba para la mismísima Playboy, "Janet Pilgrim", la quinta esencia del concepto de Hefner de la chica de al lado (*). Janet, cuyo nombre real era Charlaine Edith Karalus, según su biografía en Wikipedia posó desnuda por primera vez por una oferta, del mismo Hugh Hefner, de $25 (venticinco dólares). Finalmente apareció en la revista tres veces. La oferta de Hefner, como yo la entiendo, no era para que se hiciera rica, sólo una proposición de negocios para que quedara claro que posar era una cosa y merecía un pago, en tanto que su trabajo en el departamento de suscripciones era otra. Karalus pidió un aparato para estampar direcciones. El nombre que se usó en la revista, en vez del real, lo inventó el mismo Hefner para hacer burla del puritanismo de la época y para proteger a su empleada (Janet es un nombre común de mujer, equivale a Juanita, y Pilgrim significa peregrino/a).

   Si la pornografía se refiere a sexo explícito, en especial el que practican las prostitutas con sus clientes, la fotografía de Playboy no lo es ya que no retrata actividad sexual, ni sus modelos, en general, eran ni son protitutas sino mujeres que se dedican a otra cosa, como el caso de Karalus. Lo que Playboy retrata es la belleza de la mujer, en especial la mujer adulta joven.  
  




 (*)= “The girl next door”, frase hecha del inglés, que significa la muchacha vecina, la muchacha de la casa de al lado; pero, literalmente, es la muchacha de la puerta siguiente, que aplica perfectamente a la compañera de trabajo en este caso.  
  

martes, 21 de enero de 2014

AMOR Y DESEO 3

    

   Las leyes de la atracción y el amor 

               ¿Te gustaría tener sexo conmigo? 

   Mucho se escribe sobre la atracción en estos días.  Se confunden las ideas y se iguala cuestiones esotéricas con cuestiones prácticas.  La libertad en la Internet ha propiciado la propagación de simplificaciones superficiales, incluso absurdas; parte de lo que podríamos ver como la evolución de una nueva cultura en la que el chisme se propaga con más facilidad que la información fidedigna y útil, incluso allende las fronteras. En fin, regresando al tema central: la atracción sexual y el amor. En cuestión de atracción y sexo es muy interesante la diferencia entre hombres y mujeres en el sentido de aceptar una invitación sexual, o más bien, lo que se llama "una propuesta indecorosa", de parte de un desconocido.  

   En un experimento de la Universidad del Estado de Florida, un par de modelos jóvenes y atractivos, un hombre y una mujer, hicieron "una propuesta indecorosa" a jóvenes universitarios que paseaban por el campus. El experimento inspiró la composición de la pieza  "I've noticed you around..."; también conocida como "Would you...?" (si quieres escucharla mientras lees este, aquí tienes una liga a youtube:   https://www.youtube.com/watch?v=6ciJZjJcjOE ) 


  ¿Cómo reaccionan hombres y mujeres ante una propuesta de sexo con un extraño? El experimento es relativamente sencillo. El actor, o la actriz, pasea por el campus, a plena luz del día. Al acercársele un estudiante del género opuesto se le interpela y le hace la propuesta de manera predeterminada: "Te he visto por aquí, me pareces atractiva(o)... ¿Te acostarías conmigo?" El resultado es muy claro: las mujeres, al ser abordadas por un hombre atractivo, pero un extraño para ellas, TODAS dijeron que NO a la propuesta; en cambio los hombres, al ser abordados por una mujer joven, desconocida y atractiva, 3 de cada 4 dijeron que sí ...  en el mismo experimento, sólo 1 de cada dos hombres aceptó ir a tomar un café con la chica antes de otra cosa. 

   El experimento fue replicado en Inglaterra y aparece en el documental de la BBC titulado "Human Instinct: Deepest Desires", con los mismos resultados.  
(Ver:  http://www.youtube.com/watch?v=1OH-FN9942w )   

   Hace poco, en los EEUU, unos muchachos, con la hipótesis de que si le preguntas a bastantes personas alguna te dirá que sí, repitieron el experimento, con idénticos resultados. 
   En 1989, Russell Clark y Elaine Hatfield hicieron el experimento original, que reportaron en el Journal of Psychology and Human Sexuality. Es muy interesante el artículo original donde lo reportan y tratan la cuestión de las diferencias de género en la sexualidad; se puede leer aquí:  http://www.elainehatfield.com/79.pdf.

   La cuestión no es si las mujeres se atreven o no: ¡claro que se atreven!  La diferencia está en que ellas eligen a su compañero sexual, lo eligen entre los hombres que a ellas les parecen buena pareja; es decir, ellas necesitan un tiempo para conocer al hombre y decidirse, casi siempre. Los hombres, en cambio, parecen siempre dispuestos a tomar riesgos, reciben como un halago la propuesta y ceden, suprimen su miedo y aceptan la aventura. Vale la pena ver el video de la BBC, que ayuda a entender las ramificaciones conductuales que vienen de la diferencia fundamental entre machos y hembras en nuestra especie: ellos invierten poco en un encuentro sexual, ellas pueden quedar preñadas, es decir, el riesgo es que invierten mucho a su futuro (nueve meses de preñez, luego varios meses más de lactancia y muchos años de cuidados).   
  
   Cuando se trata de parejas enamoradas, que quieren tener hijos, parejas que ya se conocen y que se aceptan, no importa tanto quién es el que hace la propuesta, que en este contexto ya no es una indecorosa, sino una invitación a expresar su amor sin trabas. Lo que importa es que sea oportuna, porque se supone que ambos sienten deseo por el otro, aunque no siempre y no con la misma frecuencia.
   Las personas adultas suelen hacer una negociación más o menos clara y deciden si quieren tener sexo y procrear o si sólo quieren tener sexo por placer. Muchas veces esta negociación no es explícita, pero en cualquier caso se trata de un acuerdo con conciencia. En el caso más común, la búsqueda del placer y el deseo de expresar nuestro amor, usamos métodos anticonceptivos. Si somos suficientemente claros al respecto, también decidimos de antemano qué hacer en caso de que ella quedara embarazada aún tomando las precauciones debidas (lo que rara vez ocurre, pero sí ocurre).  
   Si la mujer tiene la libertad para decidir sobre su vida y su cuerpo ella suele posponer quedar embarazada hasta que tiene una pareja estable que cree que será buen padre para sus hijos. Y esto suele implicar amor mutuo. En muchos matrimonios arreglados no es así: la mujer decide tener hijos porque es oportuno y las condiciones son propicias, aunque no haya amor aun.  En muchos matrimonios arreglados, la mujer no tiene la libertad de decidir si quiere o no tener relaciones sexuales, menos aún si quiere tener hijos. 

   La cuestión de la propagación de lo vanal y la cursilería en la Internet respecto del sexo y del amor es digna de un estudio, que nosotros en ERIN no haremos, por cierto. Pero vale la pena reflexionar sobre lo que pasa porque, con motivo de este tema nos llegó una imagen de un corazón formado por dos manos, con unas líneas debajo diciendo así: 
   "Si quieres a alguien por su belleza, no es amor, es deseo." 
   "Si quieres a alguien por su inteligencia, no es amor, es admiración." 
   "Si quieres a alguien por su riqueza, no es amor, es interés." 
   "Si quieres a alguien y no sabes porqué, ¡Eso es amor!" 

   ¡Válgame! 
   ¿Qué quieren decir con "quieres a alguien"? Desde nuestra perspectiva, si no sabes por qué quieres a una persona es que eres un adolescente, tengas la edad que tengas. 
   Y si quieres a una persona por muchas razones quiere decir que sí la conoces, eso puede que sea amor, o convertirse en amor con facilidad. ¿Importa tanto si se le califica como amor o como otra cosa? 
   
   Un abrazo      

La imagen que adorna esta entrada la tomamos de:
http://www.contextotucuman.com/nota/98216/Diez_consejos_de_la_ciencia_para_ser_más_atractivos.html