viernes, 20 de noviembre de 2015

Diferencias Sexuales 3

Diferencias en cuanto al Orgasmo 

En dos entradas anteriores hemos escrito sobre diferencias sexuales entre varones y hembras 
(Ver: http://fundacionerin.blogspot.mx/2015/10/diferencias-sexuales-1.html    y http://fundacionerin.blogspot.mx/2015/10/diferencias-sexuales-2.html ). 

Esta entrada vamos a dedicarla al fenómeno del orgasmo y su obtención en relación a la diferencia sexual o de género. No es fácil aquí distinguir las diferencias que se deben a cuestiones culturales de las cuestiones biológicas debido a que el desarrollo de nuestra sexualidad, como fenómeno cultural, antecede a la conciencia del deseo sexual, el cual, por lo general, aparece al final de la infancia o inicio de la adolescencia, transcurrido mucho tiempo y habiendo sido la persona guiada, enseñada y reprimida en las cuestiones del sexo.  

 A pesar de que sólo las mujeres tienen clítoris, el órgano del placer por excelencia, el único órgano cuya única función es el placer sexual, las mujeres suelen tener mayor dificultad para lograr el orgasmo que los hombres.  ¿Cómo es esto así?  Creo que la respuesta la da otra vez la cuestión social. Las mujeres requieren aprender sobre su respuesta sexual por ellas mismas y esto no es algo que la sociedad promueva. Además, siendo sus órganos genitales casi invisibles para ellas mismas, su exploración de su sexualidad ocurre de una forma muy distinta a la de los hombres. En general son más los hombres que aprenden a masturbarse solos, y lo hacen más jóvenes; supongo que este aprendizaje es importante para la sexualidad adulta y tiene esta consecuencia, entre otras. 

Las mujeres también experimentan el orgasmo de manera diferente a los hombres. Por ejemplo: los hombres duran 4 minutos, en promedio, desde el momento de entrada hasta la eyaculación, de acuerdo con Edward O. Laumann; ese tiempo es suficiente para que logren el orgasmo. Claro que hay mucha dispersión en estos datos. Su orgasmo suele durar uno o dos segundos.  Las mujeres, en cambio, suelen requerir más tiempo, alrededor de 10 a 12 minutos para llegar después de la penetración – si acaso llegan. Cuando ocurre el orgasmo suele ser mucho más largo que el de los hombres, hasta donde se puede saber, puede durar entre seis y veinte segundos. Además, para las mujeres, la estimulación del capuchón y la punta del clítoris es muy importante, si esta no ocurre durante el coito llegar al orgasmo les es difícil, para algunas es casi imposible llegar al orgasmo durante el coito.   
Una concordancia interesante: para la mayoría, lo mismo para las mujeres que para los hombres, llegar al orgasmo en solitario suele tomarles más tiempo que con su pareja.  

Otra diferencia entre los sexos en la cuestión del orgasmo: la frecuencia con que tienen un orgasmo durante el coito. Entre los hombres que están en una pareja estable, el 75% dice que siempre tienen un orgasmo, en comparación con el 26% de las mujeres (29% según otras estimaciones). Y no sólo hay una diferencia en la realidad, también hay otra en la percepción. Mientras que las parejas femeninas de los hombres informaron su tasa de orgasmo con precisión, las parejas masculinas de las mujeres dijeron que creían que sus parejas femeninas tenían orgasmos 45% del tiempo, una sobre-estimación notable. En parte esto se debe a que las mujeres suelen fingir que llegan al orgasmo cuando saben que su pareja está llegando. ¿Por qué hacen esto? En parte para terminar, en parte para no herir el delicado ego masculino, en parte porque saben que al llegar él al orgasmo queda “fuera de combate” y no tiene caso seguir; según otras mujeres porque llegar no es tan importante. Sea como fuere, ellas lo experimentan con menos frecuencia, en promedio. 

Por otro lado, no todo es peor para las mujeres en el campo del orgasmo. Hay mujeres multi-orgásmicas: Entre las que llegan al orgasmo con sus parejas, una proporción importante reporta tener más de un orgasmo con cierta frecuencia.  Aquí parece que la experiencia juega un papel decisivo, sulen ser mujeres mayores de 30 años. Entre las mujeres que logran el orgasmo masturbándose, y la mayoría de las mujeres que se masturban lo logran siempre, una proporción bastante alta reporta haber logrado más de un orgasmo con cierta frecuencia. 

Fisiología de la Excitación y el Orgasmo

La fisiología de la excitación es muy interesante en sí misma y, al parecer, la variabilidad  aquí es tanta o más que en otros asuntos de sexualdiad.  Tenemos un abanico amplio, desde las personas que se consideran asexuales, las personas que no sienten atracción y deseo sexual, un grupo heterogéneo que parece involucrar a no más del 2% de los adultos jóvenes, hasta las personas fetichistas para quienes la sola mención por o vista de una prenda de vestir en su pareja, o la colocación de un objeto sobre el cuerpo de otra persona les puede provocar una oleada de deseo. 
Las zonas erógenas son muchas. Se las ha clasificado como de tres tipos: primarias, secundarias y terciarias. Las zonas erógenas primarias son las conocidas y reconocidas como tales por la mayoría de la gente: la boca, los genitales externos, los pezones y los senos de las mujeres, las tetillas de los hombres, la nuca, el cuello cerca de la oreja, el lóbulo de la oreja y esta misma, el interior del muslo, el perineo, las ingles. Las zonas erógenas secundarias son las que proporcionan sensaciones placenteras, de menor intensidad, a la mayoría de la gente: el antebrazo, la mano, los dedos de las manos, la mejilla, los dedos de los pies, la corba de la rodilla, la axila, las nalgas y el pliegue anal, los hombros. Las zonas erógenas terciarias: el resto del cuerpo.

La estimulación directa del clítoris antes de tiempo suele apagar el deseo de la mujer. En cambio, para el hombre, como ya señalamos antes, una estimulación directa del pene, sea por mano propia, sea recibiendo caricias de su pareja suele ser suficiente para excitarle, y tras la erección puede llegar al orgasmo si el estímulo se prolonga lo suficiente. Esto es significativo porque implica, entre otras cosas, que el hombre está disponible casi siempre que su pareja lo desee. 

Otra diferencia interesante: Para las mujeres mucho de lo mismo puede hacerlas retirarse o perder interés. Esto es especialmente cierto en cuanto a la estimulación erótica del clítoris. Siendo tan sensible como es el capuchón del clítoris debe ser estimulado con delicadeza y sólo mientras ella lo disfruta, que puede ser un tiempo muy variable dependiendo de las circunstancias y la persona, si se le estimula demasiado tiempo o demasiado fuerte ella puede incluso sentir dolor. Y la única forma de saberlo, para el hombre, es que ella se lo diga.  Otra vez, no siempre es así: Muchas mujeres se quejan de que sus hombres cambian el estímulo con demasiada frecuencia o cesan antes de lo necesario. Un consejo para el amante que gusta de acariciar el capuchón del clítoris es que mantenga lubricada la zona y frote o acaricie con suavidad, manteniendo el ritmo y la fuerza: mientras ella no se queje lo más probable es que lo esté disfrutando. Si ella no pide que se le frote con más fuerza o más rapidez, es mejor no  incrementarlas.  
Otra diferencia. Para los hombres el orgasmo requiere la erección del pene, para las mujeres la erección previa del clítoris también es requisito, pero para las mujeres el capuchón del clítoris puede y suele disminuir de tamaño cerca del orgasmo. 

Esta sección sobre la fisiología del orgasmo estaría incompleta si no se atendieran las diferencias físicas de las mujeres/los hombres respecto de la cadera. Como ya hemos mencionado varias veces, consideramos que los hombres son mujeres simplificadas, más altas y fuertes. La cadera es la zona del cuerpo donde se ven más diferencias sexuales. Es aquí donde están los órganos sexuales y es aquí donde las diferencias son más sustantivas. El útero, los ovarios, las trompas de Falopio, la vagina, el clítoris y la vulva en las mujeres no tienen correspondencia exacta en los hombres, que tienen próstata, escroto con testículos, y pene. Las estructuras que se corresponden más exactamente serían los ovarios con los testículos; las gónadas femeninas y masculinas pero, por cierto, su ubicación es muy distinta: las de los hombres por fuera, colgando dentro del escroto, las de las mujeres bien adentro en la pelvis, a los lados del útero. 

Pero hay otro conjunto de diferencias, más sutil, que tienen repercusiones en la fisiología del orgasmo: estas se deben a la conexión entre el sistema nervioso y el sistema reproductor: la inervación de los órganos sexuales. Aquí, la diferencia apuntada antes, la simplificación masculina, es más evidente. La red neural pélvica femenina es sumamente compleja. Su gran complejidad es una de las razones que explica que haya variedad en la forma de inervación y en las conexiones sexuales de las mujeres. Aquí copio del libro de Naomi Wolf de 2013, “Vagina” (editorial Kairós). “Las redes neurales que se extienden desde la pelvis femenina hasta la médula espinal son mucho más numerosas que las que se extienden desde las redes en el pene hasta la médula espinal. [...] Está claro que la red neural femenina es mucho más   difusa que la masculina y que en ella suceden muchas más cosas: en las mujeres hay una madeja de actividad neural al final del útero, en las paredes de la vagina, al final del recto, al final de la vejiga, en el clítoris y a lo largo del perineo. En la pelvis masculina se distinguen muchas menos madejas de actividad neural.” (pgs 41-42) Esta forma de inervación más profusa y compleja explica, por un lado, la mayor sensibilidad de las mujeres, y por otro, la variabilidad en las respuestas femeninas a la estimulación física. Las hay que sienten más placer y una mayor variedad de sensaciones en la zona de la vagina, otras en la zona del perineo, otras en la vulva, etcétera. 

La expresión y concepto del “orgasmo clitoriano” (o clitoridiano) de Freud, como distinto e inferior o inmaduro comparado con el “orgasmo vaginal”, refleja una forma de entender a las mujeres y de expresar la fisiología del orgasmo desde una perspectiva misógina y de un conocimiento de la anatomía femenina simplista, de una perspectiva masculina con el falo masculino como el órgano de placer sexual por excelencia, y la carencia de pene en las mujeres como una deficiencia insustituible. Que Freud basara su idea del orgasmo vaginal como maduro o superior al orgasmo clitoriano, y la falta de “orgasmo vaginal”, cuando en realidad quería decir orgasmo coital u orgasmo durante el coito, como definición de frigidez femenina, es uno de los mayores desatinos del médico austríaco. Desgraciadamente, su deseo de fama y la importancia real de otras de sus obras como generadoras de discusión le dieron a esta idea y a muchas de sus afirmaciones gratuitas el estatus de conceptos científicos. Otra de esas ideas gratuitas de Freud que despertó mucha curiosidad y que fue aceptada por muchos hombres, consecuentemente por muchas mujeres, fue la envidia del pene. Nosotros no hemos encontrado envidia del pene en las mujeres que conocemos. En un nivel social, como símbolo, la envidia del falo es algo distinta y tiene un caracter simbólico que no tiene mucho que ver con las ideas de desarrollo sexual “normal” de Freud.  

Respecto de cómo se sienten hay variedad de orgasmos, pero no son unos superiores a otros. A nivel del sistema nervioso, la fisiología del orgasmo parece ser muy semejante sin importar dónde sea que se origine el estímulo que se identifique con su llegada. De hecho, los orgasmos no genitales le suceden tanto a hombres como a mujeres y el orgasmo genital se puede considerar un tipo de orgasmo: el más común (ver Barry R. Komisariuk y Beverly Whipple 2012 Non-genital orgasms; Sexual and Relationship Therapy, 1-17). 

Sobre el género y el orgasmo  

Nadie habla de orgasmo perineal, muy poco se discute sobre orgasmo anal y orgasmo oral. Ni se discute con la amplitud que debiera la falta de respeto de los ginecólogos, la gran mayoría de ellos hombres, hacia las mujeres embarazadas al decidir practicar una cesárea programada en vez de esperar a que ocurra el parto naturalmente. Que se programe una cesárea sin saber si la labor de parto será difícil es un sinsentido, a nuestra forma de ver, que se justifica con razones económicas o de comodidad (para el ginecólogo) ajenas por completo a la salud de las pacientes y sus futuros bebés. Estas y otras cuestiones, como las referentes al orgasmo, tienen relación con el género y la supuesta supremacía del macho sobre la hembra. 
Parece ser que hay en realidad dos tipos de orgasmos, pero no son como discutía Freud, sino otra cuestión más fisiológica: los que parecen tener un punto de origen, que puede ser casi cualquier zona erógena, incluidos los órganos genitales, y los que se suelen llamar orgasmos de cuerpo entero. En el primer tipo de orgasmo las mujeres reportan mayor variedad y frecuencia que los hombres; para ellos el orgasmo suele originarse en el glande o el pene, rara vez en otro lugar.     

A manera de conclusión: de la misma manera que otras sensaciones, como el dolor, que pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, el placer también; las mujeres sienten y disfrutan de una sexualidad más rica, compleja y variada que los hombres; a las mujeres, por razones variadas, se les dificulta un poco más que a los hombres llegar al orgasmo; las mujeres suelen tener más de una fuente erógena que les proporciona el orgasmo; el orgasmo múltiple parece ser un fenómeno de placer erótico exclusivo de las mujeres. 

Me despido con un abrazo de corazón a corazón 

Manuel Algara

sábado, 31 de octubre de 2015

MATRIARCADO y POLIANDRÍA

CULTURA MATRIARCAL MOSOU 

   Una de las pocas culturas en donde ocurre la poliandría hoy día, donde una mujer puede y tiene relaciones sexuales e hijos con varios hombres, como práctica aceptada socialmente, es la de los Mosou, en China.  
   Recién apareció un artículo en el New York Times, por Amy Qin (25 de octubre de 2015), que me la recordó, y trae algunas observaciones que me parecieron dignas de reflexión.  Aquí pongo mis notas mezcladas con algunos fragmentos del artículo de Qin.  
  

   Lago Lugu en China 


   

   La cultura de los Mosou es algo raro, único, casi como una isla en medio del suroeste de China, en las orillas del lago Lugu, ubicado en la zona montañosa de la frontera entre Sichuan y Yunnan.  Una zona con vegetación alpina, a 2600 msnmm y rodeado de montañas, el lago Lugu y las aldeas que lo circundan ha permanecido aislado por siglos, lo que permite el desarrollo de esa cultura distintiva.  Su cultura es matriarcal propiamente dicha y en más de un sentido.  Sus deidades principales son todas mujeres, los dioses hombres son secundarios.  Todo lo que se considera importante en la vida se cree que vino de una mujer, no de un hombre, y la mujer se supone más capaz, mental y físicamente que los hombres.  Es algo admirable y único.  Como consecuencia natural, la sociedad es matrilineal, las herencias son de la mujer mayor, conocida como Dapu, a sus hijas y son las mujeres las dueñas de las casas.  Al parecer la cultura de los Mosou tiene una historia de poco más de cinco siglos, pero podría ser más antigua, ya que no tiene registros escritos propios.  La dinastía Han los registró como un lugar donde sus ejércitos podían pasar y hacer descanso pues es una cultura pacifista, no tienen guerreros ni tradición militar.  Pero la comunidad Mosuo se enfrenta a una crisis.  Conforme su interacción con la sociedad externa y mayor aumenta, tanto los residentes expertos como los estudiosos externos, chinos y extranjeros, temen que las prácticas culturales únicas del grupo se enfrentan a una grave amenaza. 

   Los expertos dicen que las poblaciones Mosuo en la región del lago Lugu, estimada en alrededor de cuarenta mil personas, están disminuyendo conforme los más jóvenes se casan fuera del grupo o se mudan a las ciudades más grandes por trabajo. Y sin un lenguaje escrito, la cultura Mosuo es particularmente vulnerable y podría desaparecer.

   Incluso dentro de la comunidad, los jóvenes Mosuo están renunciando cada vez más al matrimonio sobre la base de la cultura Mosuo: la práctica de siglos de antigüedad de tiesese (se pronuncia tii-sei-sei), para casarse de la forma de la mayoría circundante.    
   Conocida en mandarín como "zouhun", o matrimonio andante, tiesese es una alternativa al matrimonio monogámico.  En el tiesese los hombres visitan a las mujeres por la noche, en su habitación para el amor, para cumplir con la necesidad de la procreación y la gratificación sexual.  La mujer puede o no recibir a su amante, él no tiene poder de decisión sobre el asunto.  Por las noches se ve a los hombres paseando por las villas; algunos lo hacen sigilosamente, otros no tienen empacho en decir a casa de quién van. Algunos visitan a su amada en otra villa, por lo que la caminata puede ser larga y restringirse a noches con buen clima. Pero son ellos los que van a ellas, y las mujeres son las que toman la decisión de dejarles entrar o no.  Al llegar la mañana los hombres regresan a sus casas para luego ir al trabajo. No cabe duda de que, al menos en la cultura Mosou, son las mujeres las que eligen.  

   La mujer suele saber quién es el padre de su hija o hijo y le da esa información; al nacer el bebé el padre suele convivir con la familia de la madre y hacerle mimos al recién nacido por las mañanas. Poco después, las costumbres exigen que regrese a la rutina original: él se va a dormir y a vivir a la casa de su madre, visitará a su amada sólo por las noches, mientras ella lo reciba. 

   Tradicionalmente, una mujer Mosuo podría tener varias relaciones tiesese durante su vida, a veces simultáneamente.  Aunque esto ha venido cambiando conforme los valores de fuera de la monogamia y el compromiso de asociación por toda la vida se infiltran.  Otra grave amenaza al tiesese fue la limitación legal de tener sólo un hijo.  Ahora, su forma de disfrutar del sexo se ha convertido en imán turístico.  A la zona del lago Lugu se le conoce como “El reino de las mujeres” para la promoción turística. 

   Con tiesese, el sexo y el romance se mantienen aparte, separados de la familia y el trabajo. Tanto los hombres como las mujeres generalmente se espera que vivan en las casas donde nacieron.  Como resultado, las parejas sexuales raramente ocupan la misma residencia.  La armonía del hogar se valora por encima de todo, incluyendo las relaciones conyugales. 

   En la cultura tradicional Mosuo, la vida familiar se estructura alrededor de la unidad social básica, conocida como la "gran familia", en la que los niños son criados por su madre y su lado de la familia. Y mientras que los niños normalmente conocen a sus padres biológicos, son los tíos maternos los responsables de asumir el rol paterno, ayudando a criar y mantener a los hijos de sus hermanas. 

   Aunque para algunas feministas esta cultura es el paraíso, cabe preguntarse por qué no se ha difundido por todo oriente desde los 1500's hasta nuestros días. ¿Qué hace al patriarcado más valioso a las familias? ¿Por qué es que la mayoría de las culturas son monogámicas secuenciales o monogámicas estrictas? Interesantes preguntas, ¿verdad? 

  Me despido con un abrazo de corazón a corazón 



lunes, 26 de octubre de 2015

Relación Dominio-Sumisión Sexual


   Sobre Cincuenta sombras de Grey y la relación sexual de D-S (dominante-sumiso) 

   Debido a la popularidad de las novelas de Erika Mitchel, mejor conocida como E.L. James, la autora de Cincuenta sombras de Grey, y a que con frecuencia me hacen preguntas sobre el tema de la dominación-sumisión y el sado-masoquismo he decidido poner unas letras en el blog. 
  

 
   
   No es de extrañar que la sumisión y la dominación sean temas que pueblan el contenido de las fantasías sexuales, o que una gran porción de las representaciones pornográficas incluya cuestiones de poder en las relaciones sexuales. Esta misma dinámica está en juego durante las aventuras amorosas -la emoción de ser vencidos por nuestro deseo sexual nos permite participar en un juego sexual que va más allá de nuestra cotidianeidad. Se siente natural, bien, agradable, excitante, hacer los actos sexuales más escandalosos, extraños o indignantes, en la clandestinidad, lejos de los ojos de los demás cuando renunciamos a nuestro control. Irónicamente, esta necesidad de dejar el control, de estar fuera de control sexual con el fin de conseguir perdernos en nuestras propias pasiones eróticas, impide a muchas parejas el programar tiempo para el amor.  La sola idea de que podían "planear" perder el control es sexualmente el obstáculo que les impide descubrir lo fácil que es comprometerse con las fantasías de sumisión en cualquier momento, por un lapso breve, de un fin de semana, o sólo para una sesión amorosa de exploración. 

   La relación entre la sumisión y nuestro acceso al placer es una interesante; al aceptar uno renunciar a nuestro control sobre la situación, apagamos algo de nuestro cerebro que a menudo nos impide dejar ir; es como permitir que nuestro juicio crítico se tome unas vacaciones.  Al hacerlo a propósito, como parte de un “plan”, en vez de hacerlo mediante el embrutecimiento provocado por el alcohol, por ejemplo, podemos mantener la seguridad, la higiene y el contacto significativo con nuestra pareja. No es sorpresa que “cincuenta sombras” sea tan popular entre las mujeres sexualmente insatisfechas. Les permite imaginarse en situaciones de sumisión voluntaria en las que explorarían una faceta prohibida de su sexualidad. Sin embargo, las fantasías de dominación-sumisión que vale la pena explorar en pareja no son las de sado-masoquismo. La relación entre Christian y Anastasia es enferma, pervertida y peligrosa. En cambio, una relación de dominación-sumisión entre dos adultos sexualmente complacientes en la que nuestra pareja nos trata con una mezcla de respeto y desprecio impredecibles, en la que nuestra pareja quiere proporcionarnos un placer intenso, es una aventura deliciosa.   Y ser capaz de dejar ir lo es todo cuando se trata del orgasmo y del placer sexual.  Esto no puede ignorarse: el placer sexual difícilmente puede suceder en un cuerpo con una mente dominada por la ansiedad, el estrés o el deber ser, una mente ocupada en otras cosas en vez del sentir presente. Al ceder el control al dominante, el sumiso se deja hacer y se dedica sólo a sentir. La dominación no tiene que ser del tipo presentado en las novelas de sado-masoquismo. Y la sumisión no requiere dejarse lastimar impunemente. 

   El éxito de la sumisión, como vía para obtener placer sexual, viene de la renuncia al control y el dejar la responsabilidad del propio placer al otro. Implica liberación de inhibiciones: no tenemos control sobre lo que nos pasa, ni lo que nos excita. La responsabilidad recae en el dominante: el otro es el que nos hace cosas, nosotros sólo sentimos.   Para que una relación de dominación-sumisión funcione lo único que se necesita es que una persona, la pasiva, ceda el control y la acción a la otra, la dominante.  Un ejemplo sencillo y delicioso es el de dejarse vendar los ojos. La persona vendada es ahora, por fuerza, la sumisa. Su pareja puede desnudarla, lentamente, sin prisa y luego acariciarla y hacerle las cosas que la otra desea, junto con cosas que la otra no sospecha. La sorpresa y el aumento de la atención sensual provocados por la falta de la vista crean un ambiente propicio, mentalmente, para el placer. Si nuestra pareja es dedicada, creativa y paciente nos puede proporcionar mucho placer.  

Un abrazo de corazón a corazón

Manuel Algara

jueves, 15 de octubre de 2015

Sexo Género y lo Legal

Ni hombre ni mujer 

A partir de una nota de  Elise Lambert  aparecida en la versión en línea de "franceTV info" el jueves 15 de octubre de 2015. 

Por primera vez en Francia, una persona ha obtenido de la justicia el cambio de su estado civil a "género neutro". Si se apela esta decisión, plantea muchas preguntas sobre el reconocimiento legal de las personas intersexuales. 


  Palais de Justice de Tours 


Ni  hombre ni mujer. Una persona intersexual ha obtenido de la justicia francesa que cambiara su estado civil a "género neutro". La persona, considerada hasta ahora un hombre, nació sin órganos reproductivos completos. En Francia, se considera que ocurre a un niño de cada 100 mil nacidos vivos. Si la decisión es apelada por el fiscal de Tours (Indre-et-Loire), se teme que engendre la creación de un "tercer sexo", o el cuestionamiento del "género binario ancestral"; representa un punto de inflexión para las personas afectadas. 

Sexo, género, identidad, franceTV info informó sobre las cuestiones planteadas por el "género neutro". Según el médico de la persona responsable de la solicitud, "Sr. X" nació con "una vagina rudimentaria" y un "micropene", sin testículos. De hecho, las personas intersexuales nacen con genitales visibles ambiguos: sus genitales son difíciles de definir o están atrofiados, por lo que es imposible clasificar a estas personas como "hombre" o "mujer", de acuerdo a los estándares habituales. 

La intersexualidad existe en diferentes formas. Este es el caso, por ejemplo, de las personas con síndrome de Klinefelter, que tienen más de dos cromosomas sexuales: "En todo caso, no es una patología, atempera Antoine Faix, urólogo contactado por "franceTV info". Puede ser una variación genética de los cromosomas sexuales. O puede ser hormonal. Si el embarazo no se desarrolla normalmente debido a que la madre  carece de suficiente testosterona, el niño nace con una anatomía indeterminada." Hasta aquí la nota de Lambert. 

   Este es un caso interesante que apunta hacia una nueva forma de ver la cuestión del género. También apunta a que los derechos sexuales de las personas deberán ser revisados. Estaremos atentos. 

Un abrazo de corazón a corazón 

sábado, 3 de octubre de 2015

Diferencias Sexuales 2



        Diferencias 
sexuales 
entre hombres y mujeres 

Segunda Parte 

Como apuntamos en la entrada anterior, existen marcadas diferencias sexuales entre las mujeres y los hombres. Las diferencias obvias, las anatómicas, son producto de un proceso de diferenciación que inicia en el desarrollo embrionario. Al momento de la gestación el embrión, el óvulo fecundado propiamente dicho, es neutro y totipotencial. A las cinco semanas de gestación se inicia la diferenciación sexual que no culmina sino hasta bien avanzada la adolescencia, pero las estructuras sexuales determinantes del sexo, es decir, la vulva, el clítoris, la vagina y el útero en las hembras, y el pene, el escroto y los testículos en los machos, ya son distinguibles al momento del nacimiento.  
Durante la adolescencia se recobra el proceso diferenciador que permaneció casi dormido durante la infancia y las mujeres desarrollan el busto y las glándulas mamarias, se les ensanchan las caderas, en tanto que a los varones, un poco más tarde que a ellas, les ocurre un aumento de masa muscular, el desarrollo de la “manzana de Adán” que les hace la voz más grave y les aparece el vello facial: bigote y barba. En ambos géneros aumentan las secreciones sebáceas y el crecimiento de vello en axilas y pubis, por fin maduran los órganos sexuales. Según la raza, también hay mayor producción de vello en otras partes del cuerpo, especialmente los brazos y las piernas, en los varones más que en las hembras, y en algunos de ellos se cubren de vello los hombros y la espalda. 
  

 Roger Federer y su novia en la playa 

  

   Pero, durante toda la infancia ocurre otro proceso diferenciador paralelo que depende del entorno social, la familia, los amigos, las instituciones como la escuela, las personalidades y los personajes de leyenda: la cuestión del género. A las niñas se les educa y se les inculcan valores y actitudes distintas a las de los niños. Niñas y niños, observando a sus mayores, se identifican con el género que les ha sido asignado, generalmente al momento del nacimiento. Para la gran mayoría, esta asignación y su aceptación no son un problema mayor. Aunque hay cosas que no nos gustan, las vemos como inevitables: así somos, así nos tocó jugar; los hombres no lloran, las mujeres se casan y tienen hijos. El asunto de la asignación y sus implicaciones lo veremos en otra entrada. Manuel Algara ha desarrollado este tema en “Cosmovisión Sexual”. Lo que es claro: el proceso diferenciador que nos hace hombres o mujeres tiene un componente psicosocial muy importante. Como dijera Simone De Beauvoir, el eterno femenino no existe, ser mujer se aprende. Desde el lenguaje hasta la forma en que funciona la sociedad, el hombre es el referente, la mujer es otra cosa, por eso, la filósofa francesa tituló su libro famoso “El Segundo Sexo” (Le Deuxième Sexe).   

Debido a esta educación diferenciadora, las niñas y los niños desarrollan perspectivas muy distintas de la sexualidad.  Para cuando termina la adolescencia y llega la madurez sexual, desde la perspectiva médica y biológica, aun sin haber tenido experiencias sexuales las personas ya tienen una visión del sexo bastante personal y distintivamente segregada de acuerdo a su género. Y el sexo, de repente, adquiere interés; nos impele el mandato biológico: reproducirse.  
  
¿Qué nos excita? Para los hombres esto parece ser claro: la belleza, la apariencia de fertilidad y juventud ... En cambio se dice que a las mujeres les excitan otras cosas como el estatus, algo bastante abstracto y no muy fácil de definir. 

Aparte de la estatura del varón, un parámetro físico concreto y fácil de observar ¿Qué excita a las mujeres? Parece que ni siquiera ellas lo saben con certeza. En un estudio sobre el tema realizado por la investigadora Meredith Chivers y colaboradores de la Universidad de Northwestern, se le preguntó a los voluntarios, tanto hombres como mujeres, tanto heterosexuales como homosexuales, sobre su nivel de excitación sexual, y también midieron su nivel de excitación fisiológica mediante unos dispositivos conectados a sus genitales mientras les mostraban videos con escenas románticas, escenas de sexo entre parejas de hombre-mujer, mujer-mujer, hombre-hombre y escenas variadas con otros motivos, e incluso escenas de sexo entre animales.  Para los hombres, los resultados eran predecibles: Los hombres heterosexuales dijeron que estaban más encendidos por las representaciones de sexo masculino-femenino y sexo mujer-mujer, y los dispositivos de medición respaldaban sus declaraciones; declaraban que les excitaban mucho más las representaciones de sexo entre personas que sexo entre animales, y la respuesta fisiológica concordaba. La coherencia también ocurría entre los hombres homosexuales quienes dijeron que les encendían las relaciones sexuales entre hombres, y de nuevo los dispositivos de medición respaldaban sus declaraciones. Para las mujeres, los resultados fueron más variados y sorprendentes. Las mujeres heterosexuales, por ejemplo, dijeron que estaban más encendidas por sexo hombre-mujer y que los otros videos casi no las excitaban. Pero genitalmente mostraron aproximadamente la misma reacción a los videos de sexo con personas ya fueran hombre-mujer, hombre-hombre o mujer-mujer; y sí se excitaban, fisiológicamente, aunque bastante menos, con los videos de animales teniendo sexo, a pesar que ellas decían que no les excitaban en absoluto. La respuesta sexual femenina es más fluida y menos directa que la de los hombres, pero su consciencia de su excitación sexual es bastante menor. 

En una revisión sobre la literatura en este tema por los investigadores de la Universidad de Northwestern encontraron lo siguiente: a) Las actitudes de las mujeres hacia y su disposición a realizar diversas prácticas sexuales tienen más probabilidades de cambiar con el tiempo que las de los hombres. Estos suelen abrir un poco su abanico de conductas y actitudes muy temprano en su vida sexual y mantenerlo sin cambio en el tiempo. b) Las mujeres que asisten regularmente a la iglesia son menos propensas a tener actitudes permisivas sobre el sexo. Los hombres no muestran esta conexión entre la asistencia a la iglesia y las actitudes sexuales. c) Las mujeres están más influenciadas por las actitudes de su grupo de pares en sus decisiones sobre el sexo. d) Las mujeres con niveles de educación superior eran más propensas a haber realizado una variedad más amplia de prácticas sexuales, como el sexo oral, por ejemplo, que las mujeres con menos educación; esta hace menos diferencia entre los hombres. e) Las mujeres eran más propensas que los hombres para mostrar inconsistencia entre los valores expresados sobre las actividades sexuales como el sexo prematrimonial y su comportamiento en la vida real.   


El Pensamiento Romántico 

Parte de la educación consiste en transmitir los valores y las ideas de una generación a la siguiente. Generación tras generación se siguen contando los cuentos de La Cenicienta, Juan sin miedo, Blancanieves y los siete enanos, Pedro y el lobo, etcétera. Y se añaden cuentos nuevos con héroes y heroínas dibujados a imagen y semejanza de los anteriores. ¿Influyen la educación y los cuentos en nuestra forma de ver la sexualidad, es al revés o es algo más complejo, dialéctico? 

La sexóloga y psicoterapeuta Esther Perel dice que las mujeres se excitan más por lo que pasa entre sus orejas que lo que pasa entre sus piernas. Aparentemente, para las mujeres existe la necesidad de una trama; las mujeres, en general, requieren un contexto y un ambiente precedente al sexo que les ayude a excitarse. Perel añade: el sexo para la mujer es más contextual, tiene un entramado emocional más complejo, hay más componentes subjetivos que para los hombres. Eso no significa que los hombres no buscan la intimidad, el amor y la conexión en una relación, al igual que las mujeres. Lo que sucede es otra cosa: ellos  interpretan el papel del sexo de manera diferente. En general, las mujeres quieren hablar primero, conectarse primero y luego tener sexo, explica Perel.  
Para los hombres, en general, el sexo en sí mismo es la conexión. El sexo para el hombre es el lenguaje que utiliza para expresar su cariño y su lado vulnerable, su desnudez lo hace vulnerable ante su pareja y es el contexto suficiente, el sexo es el idioma de su intimidad. 

Hasta donde se puede saber de este tipo de estudios, los hombres suelen pensar en sexo con mayor frecuencia que las mujeres. La mayoría de los hombres adultos menores de 60 años piensa en el sexo al menos una vez al día, informa Eduard O. Laumann, de la Universidad de Chicago.  Sólo alrededor de una cuarta parte de las mujeres dicen que piensan en sexo con esa frecuencia. Conforme los hombres y las mujeres envejecen, cada uno fantasea menos, pero los hombres todavía fantasean sobre sexo con el doble de frecuencia.  Otra vez debemos tomar con precaución estos datos dado que sabemos que la forma en que se expresan las mujeres depende mucho del contexto. Sin embargo, los resultados parecen consistentes.

En un estudio comparativo basado en encuestas sobre los impulsos sexuales masculino y femenino, Roy Baumeister, un psicólogo social de la Universidad Estatal de Florida, encontró que los hombres informaron sobre excitación sexual espontánea y tuvieron fantasías más frecuentes y variadas. Los hombres también buscan el sexo más ávidamente. La mayoría de los hombres quieren sexo "con más frecuencia que las mujeres en el inicio de una relación, en medio de ella, y después de muchos años en ella," concluye Baumeister después de revisar encuestas de hombres y mujeres. Esto no es sólo el caso de los heterosexuales, dice; los hombres homosexuales también tienen relaciones sexuales con más frecuencia que las lesbianas en todas las etapas de la relación. Los hombres también dicen que quieren más parejas sexuales en su vida, y están más interesados en el sexo casual.

Pero las diferencias anatómicas y fisiológicas también influyen en nuestra sexualidad de otras formas, profundas y sorprendentes para la mayoría de la gente.  Seguiremos tratando este tema en entradas futuras. 
   Un abrazo de corazón a corazón 

jueves, 1 de octubre de 2015

Diferencias Sexuales 1

Diferencias Sexuales 
entre 
Hombres y Mujeres 

- Primera Parte


Por: Manuel Algara  


En los trabajos pioneros de William Masters y Virginia Johnson sobre la sexualidad humana, allá por los años 1960s y 1970s, encontraron que la respuesta sexual funcionaba igual para hombres y mujeres. Toda la gente seguía las cuatro etapas de la respuesta sexual: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Trabajos más recientes y detallados han demostrado que los hombres y las mujeres difieren bastante en la naturaleza de su sexualidad; el patrón de la respuesta fisiológica normal es cierto para la mayoría, pero hay mucho más. En comparación con las mujeres, por ejemplo, los hombres se masturban más, usan más la pornografía, son más reactivos a las señales visuales, y experimentan el deseo sexual de manera más espontánea y con mayor claridad para ellos.  Las mujeres, por otro lado, son menos propensas a excitarse sexualmente de forma espontánea y su deseo sexual es mucho más reactivo a las circunstancias que la rodean, al menos en la parte de su consciencia de él. De esta manera, la ciencia apoya el cliché de que a las mujeres les gusta ser invitadas a cenar y gozar del buen comer y beber y a los hombres les agrada que sus parejas se arreglen y vistan ropa “sexy”. Por otro lado, parece ser que cuando las mujeres gozan, disfrutan y reaccionan positivamente al sexo pueden sentir mucho más placer que los hombres. Claro que la cuestión de sentir es subjetiva, pero, si lo que sabemos sobre anatomía, fisiología y neurología se puede usar para comparar a las mujeres y los hombres, seguramente ellas tienen la posibilidad de disfrutar mucho más del sexo que ellos. 

 
   William Masters y Virginia Johnson 

   Estudios antiguos y recientes afirman lo que todos creemos que es “normal” en los hombres: una sexualidad más abierta y deshinibida o, como dicen algunas mujeres: que ellos “son unos animales”: que se atreven a realizar cualquier locura con tal de llevarse a una mujer a la cama, que son mucho más osados que las mujeres en cuestiones sexuales, que se excitan sexualmente con demasiada facilidad, que se permiten conductas que no son socialmente recomendables, que se masturban muy seguido... a esto se añade recientemente que se han vuelto adictos a la pornografía en línea... claro que no todos son iguales ni todos se comportan así.  Pero, ¿es que las mujeres no son animales? 

   Algunos investigadores intuían que mucho de las diferencias observadas se debía a una influencia social diferenciada por género.  Desde la llegada del feminismo y la “Revolución Sexual” los estudios en sexualidad humana, en especial de finales de los años 1970's y hacia el presente, parecen indicar que las diferencias no siempre son tan pronunciadas. Estos estudios más recientes suelen tener implicaciones profundas: sí hay diferencias sexuales entre los hombres y las mujeres, con bases biológicas, pero no suelen ser como la gente creía, además de que hay sutiles pero importantes implicaciones de la influencia social y el género que no siempre son lo que parecen.  
  


Respuesta Sexual 
Femenina y Masculina 

   Un estudio reciente realizado por Terri Fisher, investigadora de la Universidad Estatal de Ohio, nos muestra la importancia del componente psicológico; ha hecho patente que las mujeres se parecen más a los hombres de lo que ellas nos hacen creer, o lo que ellas admiten públicamente. A una muestra representativa de jóvenes se le dividió en tres grupos de mujeres y tres grupos de hombres, voluntarios, todos ellos estudiantes de la universidad, y se les pidió que contestaran un cuestionario. Los tres grupos eran idénticos, hasta donde podían distinguir los investigadores, en cuanto a sus sujetos, y la forma en que se les trataba y recibían el cuestionario era igual, pero las circunstancias al recibirlo y para contestarlo variaban sin que los estudiantes lo supieran; en eso consistía el experimento: ver qué importancia tenían el ambiente y la percepción de este. El cuestionario fue entregado a cada grupo por separado. 

   Los grupos del experimento, ya mezclados hombres y mujeres, eran tres: les voy a llamar el grupo “control”, el grupo de “confidencialidad” y el grupo de “los chapuceros”.   


   A los estudiantes del grupo “control”, se les daba el cuestionario y se les decía que lo debían entregar a un estudiante que estaría afuera del salón esperándoles, que dicho estudiante llevaría los cuestionarios al cubículo de la investigadora porque ella tenía que dar una conferencia en otro lugar. 

   Al grupo de “confidencialidad” de hombres y mujeres se les decía que sus respuestas no serían leídas por nadie excepto por la investigadora, y se les pedía que contestaran con toda honradez; que debían meter los cuestionarios contestados en el buzón al frente del salón al terminar. 

   Al grupo de los “chapuceros” se les ponía un polígrafo falso pero con apariencia de ser un aparato en toda regla y se les decía que debían contestar con honradez; igual que en el anterior no se les hacía dudar que los cuestionarios llegarían a la investigadora directamente y que sólo ella los vería pues debían depositarlos en el buzón. 

   Para abreviar y por cuestiones de control, el cuestionario tenía poco más de una docena de preguntas, la mayoría de ellas sencillas e inócuas, pero incluia unas pocas preguntas sexuales: con qué frecuencia se masturbaban, si veían películas porno y con qué regularidad hacían esas cosas. 
   En el grupo “control”, las respuestas de las mujeres a las preguntas con carga sexual diferían notablemente de las de los hombres. Pero en los grupos de confidencialidad y de chapuceros las respuestas eran mucho más parecidas, especialmente en este último. La Dra Fisher interpreta las diferencias como que la respuesta femenina al ambiente es más acusada que la de los hombres y por ello, ante la posibilidad de que el estudiante leyera sus respuestas, contestaban de la manera en que se espera que se comporten las mujeres, pero en los grupos en los que la confidencialidad estaba asegurada fueron más abiertas. ¿Por qué responden diferente las del grupo de confidencialidad, quizás con mayor veracidad? Porque la fuerza del ser femenino es importante. Dado que en el grupo de los “chapuceros” se suponía que la investigadora podría detectar las mentiras, las respuestas fueron más auténticas, más veraces, según Terri Fisher, por ello es que las respuestas de este grupo son incluso más similares entre los hombres y las mujeres y ella cree que son más auténticas. 

Sin embargo, no deja de ser verdad lo que nos dice sobre sexualidad y género: los hombres son más directos, su sexualidad es más sencilla, lo que les gusta y les excita suelen ser lo mismo y no tienen empacho en admitirlo. Las mujeres son, en cambio, muy sensibles al contexto.

Estudio tras estudio queda claro que los impulsos sexuales de los hombres no sólo son más fuertes que los de las mujeres, sino que también mucho más sencillos. Las fuentes de la libido de las mujeres, por el contrario, son mucho más difíciles de precisar. Es creencia común que las mujeres le dan más valor a la conexión emocional como una chispa de deseo sexual. Pero las mujeres también parecen estar fuertemente influenciadas por factores sociales y culturales, como demuestra el estudio de T. Fisher: El deseo sexual en las mujeres es más sensible al medio ambiente y al contexto.  Esto tiene otra implicación muy importante: las mujeres son, sin duda alguna, más sociales que los hombres, estos son más individualistas. ¿No está suficientemente claro? Debería.  

En la próxima entrada abundaré sobre esta cuestión interesante de las diferencias sexuales. 

Me despido con un abrazo de corazón a corazón 

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Paternidad y Monogamia


        
 Paternidad  y  Monogamia 

  Alguna vez, Margaret Mead dijo que la monogamia era la forma más difícil de arreglo marital.   Sin embargo, en la mayoría de las culturas la monogamia es bien vista y la poligamia está prohibida.  Además, en las culturas en las que la poligamia está permitida, la monogamia formal es muy común. 
   Entre más de 500 culturas en las que el matrimonio ha sido estudiado por los antropólogos, en poco más de un tercio de ellas la poliginia (un hombre casado con varias mujeres) estaba aceptada en tanto que la poliandría (una mujer casada con varios hombres) sólo en cuatro: la monogamia es la forma preferida por las sociedades humanas para establecer la familia y reproducirse. 


   

     Mónica Belucci cuando estaba embarazada 

    

   La movilidad y el control de la natalidad modernas permiten a las mujeres decidir cuándo y de quién se embarazan con mucha más certeza que anteriormente. Sin embargo, el deseo sexual sigue siendo un determinante de consideración. 
  La urgencia de actividad sexual que sienten los hombres es reconocida como muy intensa, de una intensidad muy superior, en promedio, a la que sienten las mujeres.  (Desde luego que esto es difícil de establecer, es intrínsecamente subjetivo; además, el componente cultural que acepta que el hombre esté caliente y lo demuestre y la mujer no seguramente influye en esta percepción.)  ¿Es por ello que la prostitución es la profesión más antigua?   Lo cierto es que las mujeres jóvenes y de buen ver pueden conseguir dinero fácil, comida, ropa u otros favores a cambio de favores sexuales a los hombres. Por ejemplo, en los EEUU a los hombres mayores, muchos de ellos formalmente casados, que mantienen a una estudiante joven les llaman “sugar daddy” (Papi dulce), personaje bastante común. 

   En Alaska, hay un pueblo donde se reúnen las mujeres y unos pocos hombres supuestamente solteros para una subasta de hombres que serán esclavos por una noche (o un fin de semana) de placer y sexo sin compromiso.  Así que también se puede decir que las mujeres tienen necesidad intensa de actividad sexual, aunque sólo sea una vez al año. (Por si le interesa, Talkeetna es el nombre del lugar donde hacen esas subastas.) 
   

   Subasta en Talkeetna -diciembre de 2006 

   

   Dado que la infidelidad es un asunto muy delicado, las estadísticas confiables al respecto no abundan. Se estima, por medios indirectos, que entre el 30 y el 60 por ciento de las personas casadas tendrán amoríos fuera del matrimonio, cometerán adulterio, serán infieles, o como se le quiera llamar.  Los estudios modernos de genética han revelado que muchas mujeres casadas, aparentemente monógamas, tienen amoríos con hombres con los que no están casadas. (Desde luego que lo inverso también ocurre, es parte del folklore de las sociedades machistas)   
   Se dice que la maternidad es una certeza, pero la paternidad un acto de fe. La paternidad suele establecerse por declaración verbal en el hospital, al nacer la criatura, y es suficiente para obligar legalmente al padre a dar su apoyo en la crianza. La adopción suele ser un acto de voluntad de ambos cónyuges. La aceptación de un embarazo por un hombre distinto al esposo no es común y el esposo no está obligado a proveer a la criatura si no lo desea y prueba que no es el padre. De otra manera, el esposo es responsable de todos los hijos de su esposa, o sea, los que nazcan en su matrimonio.
   Desde los tipos sanguíneos hasta las pruebas de paternidad por ADN, las pruebas nos dicen que la infidelidad que resulta en preñez es más bien rara, poco frecuente, pero muy real. En un estudio bien documentado, en Inglaterra, se averiguó que cerca del 2% de todos los niños nacidos en un hospital de una ciudad importante durante un año no eran hijos de los esposos de sus madres.  El estudio no tenía la intención de probar la paternidad, la desviación resultó de las comparaciones de genotipos de padres e hijos como parte de la búsqueda de otra información. Dado que los estudios de fertilidad en humanos indican que se requieren, en promedio, entre diez y trece cópulas para lograr la fertilización, esto significa que muchas de esas mujeres tuvieron amoríos regulares con los padres de sus hijos durante el año previo, pocas quedaron embarazadas resultado de una aventura de una noche.  También sabemos, lo saben muchas mujeres por experiencia propia, que con una sola vez que se tengan relaciones sexuales sin protección es suficiente para que una mujer joven y fértil quede embarazada.  Lo cierto es que el dato, 2%, está ahí. 
    Los estudios de paternidad son comunes en muchos países. Cuando hay problemas legales, divorcio, herencias en juego, o simplemente la duda de paternidad, las pruebas de laboratorio se usan para establecer si un hombre es o no el padre de una criatura. El tipo de pruebas de paternidad científico se inició con el uso de los tipos sanguíneos, en la primera mitad del siglo XX. Con aquellas pruebas no se podía establecer quién era el padre, sin embargo, en algunos casos, 30%, sí era posible decir quién NO lo era.  Conforme las técnicas de laboratorio y los conocimientos de genética fueron mejorando, las pruebas se hicieron más y más concluyentes hasta lo que se conoce hoy como pruebas de ADN que usan varios marcadores genéticos con una certeza mayor al 97%. 
   En los estudios de atribución de paternidad se averigua con frecuencia que el esposo no es el padre biológico de la hija o el hijo. Dependiendo del lugar y de las costumbres, de si las personas involucradas estaban casadas o no, de si el hecho que justificaba la prueba de paternidad era cuestión legal o médica, o si la prueba genética se usaba con otro fin y la no-paternidad era un resultado posible colateral, etc., la no-paternidad es un hecho y resulta entre 1.3%, de pruebas de marcadores para algunas enfermedades con componente genético y 18%, de pruebas de paternidad disputada.  
(Ver https://en.wikipedia.org/wiki/Misattributed_paternity ) 

   Me despido con un abrazo de corazón a corazón 


lunes, 24 de agosto de 2015

Relaciones Extramatrimoniales VS Monogamia Estricta


   De los dobleces de la moral sexual 


Relaciones Extramatrimoniales 
VS 
Monogamia Estricta 

   Si las relaciones sexuales libres son un derecho de las personas, entonces por qué calificamos unas relaciones como "correctas" y otras como “incorrectas”, ilegales, pecado o lo que sea.  (Personas en este contexto  significa personas adultas)  Hipótesis: Porque atentan contra la hegemonía del varón sobre la hembra en una sociedad que carga una doble moral sexual, atabismo del patriarcado. 

  



   Se habla mucho de las relaciones extramatrimoniales como si fueran malas. También se dice que son "del demonio". Pero cuando se le pregunta a las personas sobre su propia vida sexual, muchas confiesan haberlas tenido. Por otro lado, si se habla de las relaciones sexuales entre jóvenes, parecen tener bastante aceptación las relaciones PRE-matrimoniales; es decir, las relaciones sexuales entre mujeres y hombres jóvenes antes de su primer matrimonio son permitidas e incluso bien vistas la mayoría de las veces; gracias al progreso en los métodos anticonceptivos y a las ideas modernas sobre igualdad sexual, lo que antes era una libertad del varón, ahora es una “conquista feminista”. Pero se aceptan como “correctas” sólo las relaciones sexuales entre jóvenes que no se han casado antes con otra persona. Es decir,  relaciones extra-matrimoniales pre-matrimoniales. Entonces, se habla de relaciones extramatrimoniales en dos sentidos distintos: el adulterio, y las relaciones sexuales prematrimoniales entre no casados. También se discute, de manera simplista las más de las veces, si la monogamia es lo correcto o no. Pero pocas personas aceptan la monogamia en verdad, es decir, tener relaciones sexuales solamente con una y la misma pareja durante toda la vida, sin importar lo que pase; lo que podríamos definir como monogamia estricta. 

   Casi todos aceptan que si la relación no es buena lo mejor es separarse y conseguir otra pareja. Entonces la nueva pareja es la única, de momento. Esto es a lo que la mayoría se refiere cuando dice “monogamia” y estrictamente se trata de otra cosa, lo que comunmente  llamamos “monogamia secuencial”. Esta forma de las relaciones, la monogamia secuencial, es lo que la mayoría de la gente acepta como "lo correcto" en la conducta de sexo en pareja. Es decir que no aceptan la implicación profunda: LOS SERES HUMANOS NO SOMOS MONÓGAMOS. 
   


martes, 14 de julio de 2015

Tacones altos ¿Sexys o peligrosos?

Los tacones altos y la salud 

Los tacones altos y tacones de aguja son muy populares, están de moda entre las mujeres de hoy. “No sólo te hace parecer más alta, sino también más sexy y bonita cuando hacen juego con tu vestido favorito”, me dijo una vendedora.  
   

 
  
Pero los tacones altos no son buenos para la salud. Veamos por qué. 
El apoyo del peso en el pie relajado sobre el piso es bastante parejo y permite una postura normal y relajada de la espalda, la cadera, las rodillas y los tobillos. Después de millones de años de evolución, las articulaciones de la columna vertebral, la cadera, la rodilla, el tobillo y el pie han evolucionado, se han acomodado para el andar bípedo que nos distingue de otros animales mamíferos. 

¿Es usted consciente de que los tacones altos causan problemas crónicos del pie y que también conducen a la queja común de dolor en las piernas y dolor de espalda? Cualquier problema que tenga usted hoy en los pies se verá exacerbado si usa tacones altos; peor aun, si los usa de continuo, se pueden volver problemas crónicos que requieran cirugía. 

Los tacones altos alteran su postura y su marcha; el paso normal es imposible, por lo que usted hace inconscientemente ajustes permanentes que le provocarán dolor. 

Al usar tacones altos el peso se desplaza hacia delante, provocando mayor presión en los dedos del pie. Un tacón de sólo 2 y medio centímetros provoca un aumento de presión de 22% o más; un tacón de cinco centímetros de alto provoca un aumento de presión de 55% o más. ¿Qué cree que pasa con un tacón de siete y medio centímetros? ¡El aumento de presión sobre los dedos del pie aumenta más de 75%! Más de tres cuartos de su peso total descansa en los dedos del pie. No es de extrañar que provoquen dolor. 

Usar tacones altos para un evento especial, por unas horas, le podrá provocar un poco de dolor que, con unos días de caminar sobre zapatos normales y el descanso reparador de sus noches desaparecerá. Pero usar tacones altos todos los días desde que se levanta hasta que se va a dormir le provocará un problema mayor. Si prolonga el uso de los tacones altos por varios meses ¡el cuerpo cambiará!  
Al adaptarse a la postura defectuosa de manera prolongada, tanto su tendón de Aquiles como sus gemelos (los músculos de la pantorrilla), tenderán a acortarse, lo que le provocará dolor al caminar descalza. Muchos médicos y podólogos especulan que la razón de que sean más las mujeres que los hombres que sufren osteoartritis en las rodillas se debe al uso de tacones altos.  

La espalda también sufre mucho si se usan tacones altos por varias horas seguidas. La curvatura de la columna vertebral ayuda a absorber parte del impacto de un paso o un brinco, como cuando camina, sube o baja escaleras, o cuando corre. Al usar tacones altos, esta curvatura pierde mucho de su efecto amortiguador, especialmente en la parte baja de la espalda, por lo que usarlos provoca dolor lumbar. 

No es de extrañar que en la subcultura SM-DS (Sado-masoquista, dominación-sumisión) a los zapatos y botines de tacón de estileto de más de ocho centímetros se les llame calzado de castigo. 

Olvídese de los estereotipos y los tacones de aguja. No los use; si los usa que sólo sea en ocasiones especiales. 

Caminar y dar un paseo cómoda debe ser parte de su vida, algo que pueda disfrutar todos los días. 

 
  


Me despido con un abrazo de corazón a corazón 

miércoles, 8 de julio de 2015

EROTISMO

Redefiniendo EROTISMO 

El amor es un misterio, el sexo una urgencia biológica y el erotismo una exquisitez humana” Clara Coria 

ERÓTICA(O) (Adjetivo): Lo que es sensual, placentero, que demuestra deseo por la pareja. Puede ser un poema, por ejemplo, con la intención de excitar sexualmente o de incrementar el deseo sexual y el placer sensual en la pareja, un deseo que pide reciprocidad, un deseo de intimidad, de afecto y de ser amado. Por extensión, erótico como adjetivo resulta de relacionar un ambiente, una cosa, una conducta o una escena a un acto de amor, o que se usa con la intención de agradar al ser amado. Erótico tiene más que ver con las emociones y la conducta de seducción que con la biología de la reproducción; tiene que ver con agradar a la pareja, dar y obtener placer sexual y obtener el favor sexual de la pareja. 


 
(La bailarina Misty Copeland)

Entre las expresiones eróticas están muchas conductas que no son abiertamente sexuales que se consideran románticas así como otras que se consideran actos de amor; pero todas tienen un trasfondo sensual y/o sexual.

El instinto erótico pertenece a la naturaleza original del hombre. Está relacionado con la más alta forma de espíritu”. Carl G. Jung, psicoanalista suizo. 

El erotismo es la continuación del amor por otros medios.” Juan Machín 

Aquí exploro el concepto
 Erotismo 
usando ideas de La llama doble
del laureado ensayista y poeta mexicano 
Octavio Paz

El EROTISMO es la expresión poética del amor y el deseo sexual; es la forma humana de la sexualidad por excelencia. El erotismo es sexualidad humana, es sexo y es otra cosa también, como dijera Octavio Paz; porque es amor, consciencia y sexo juntos. El sexo es la fuente primordial. El erotismo y el amor son formas derivadas del instinto sexual: cristalizaciones, sublimaciones, perversiones y condensaciones que transforman al sexo, lo convierten en la sexualidad humana y la vuelven, muchas veces, incognoscible.
El sexo es el centro, el pivote de esta geometría pasional. El erotismo es exclusivamente humano, o eso creemos porque los demás animales parecen tener relaciones sexuales dictadas por las estaciones del año, por los ciclos de estro y celo, por cambios ambientales, no por un acto de voluntad consciente. La primera nota que distingue al erotismo de la sexualidad es la infinita variedad de formas en que se manifiesta, en todas las épocas y en todas las tierras. El erotismo es invención, variación incesante; el sexo es siempre el mismo. Esto lo vemos con más claridad cuando comparamos el sexo de los animales con nuestras conductas eróticas. Los animales parecen repetir siempre un ritual aceptado de antemano por ambas partes; las mismas posiciones, los tiempos y los ritmos iguales. 

 
  
(Pareja bailando be-bop, circa 1951, por Robert Doisneau) 

El protagonista del acto erótico es el sexo o, más exactamente, los sexos. El plural es de rigor porque, incluso en los placeres llamados solitarios, el deseo sexual inventa siempre una pareja imaginaria... o muchas. En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación, el deseo.
Uno de los fines del erotismo es domar al sexo y al deseo e insertarlos en la sociedad. Sin sexo no hay sociedad, pues no hay procreación; pero el sexo también amenaza a la sociedad. Porque es creación y destrucción, es agresión y comunión. Pero el erotismo es también una afrenta social porque reclama un tiempo precioso para la pareja, para su goce exclusivo, libre de toda forma de coerción social. Además, el erotismo, no tiene fines reproductivos, no obedece a ninguna consideración económica; sobre todo en la actualidad con la disponibilidad de métodos anticonceptivos tan amplia. 

El amor es ceremonia y es representación; pero es algo más, es la metáfora final de la sexualidad. No hay amor sin erotismo como no hay erotismo sin sexualidad. 
El erotismo implica sensualidad, disfrute, respeto, ternura, contención, consciencia y piel; tacto en todas sus acepciones. 

Se compara con frecuencia al amor con la amistad. Si se omite el elemento carnal, físico, los parecidos entre amor y amistad son obvios. Ambos son afectos elegidos libremente, no impuestos por la ley o la costumbre, y ambos son relaciones interpersonales. Somos amigos de una persona, no de una multitud amorfa, sin caras conocidas íntimamente. Nuestra amiga, nuestro amigo, es una persona preferida. Lo mismo es nuestro amante. Una diferencia: Podemos estar enamorados de una persona que preferimos y que no nos ame, pero la amistad sin reciprocidad es imposible. Otra diferencia: la amistad no nace de la vista, como los sentimientos o las inclinaciones. En el comienzo del amor hay sorpresa, hay misterio, hay aventura, el descubrimiento de otra persona a la que nada nos une excepto una indefinible atracción física y, posiblemente, espiritual; esa persona, incluso, puede ser extranjera y hablar otro idioma, sin embargo, queremos y podemos comunicarnos. La amistad, en cambio, nace de la comunión, del roce frecuente y la admisión de intimidades; de la coincidencia en las ideas, en los sentimientos o en los intereses, el lenguaje común es indispensable. 
Más allá de los parecidos y las diferencias, el amor y la amistad son las dos fuentes de placer más trascendentes de la vida.




Por eso dice Antonio Gala, y coincido con él: 
“El amor es una amistad con momentos eróticos.” 

Un abrazo de corazón a corazón 

domingo, 21 de junio de 2015

Taller AMOR:Relaciones y género

La Fundación - UNAM - Morelos nos ha concedido un honor: ser la sede del siguiente taller de ERIN. Comunícalo a tus amistades y personas interesadas. 
Un abrazo de corazón a corazón. 

sábado, 6 de junio de 2015

Intercambio Erótico


       "TRUEQUE  ERÓTICO" 


   La poesía erótica es uno de esos placeres inefables, valga la contradicción. Sí, la poesía evoca y provoca.  En el caso de la poesía erótica evoca el placer, el deseo, satisfecho o frustrado, describe con formas bellas algo que puede o no ser común para convertirlo en algo bello, emocionante, agradable, maravilloso, místico, o inefable . . .  
   Tal es el caso, por ejemplo, del poema Flores en la Carne, de Kenia Cano, un poema que aparece en el libro 5Sentidos de Regreso, de Ediciones Clandestino, al lado de un dibujo de Juan Machín (ver foto abajo). El poema, por si tu visor de imágenes no funciona bien, reza así:  
  
   Flores en la carne, 
   respiraderos de una luz cercana. 
   Eso te decía desde el angosto jardín de tu sexo, 
   desde el ágil salto del ciervo, 
   desde la pequeña hembra iluminada. 
   Pliegues en la flor, 
   fuegos del eterno movimiento, ecos, 
   multiplicidad, 
   desdoblamiento de la primera rosa. 
   Primera vulva imantada, 
   labios sobre el tallo del discernimiento. 
   Flor desplegada en su hondura 
   honda llama para Tus labios. 
   
   En la misma página que aparece el poema, como decía, hay una imagen preciosa, poesía en líneas largas y cortas, juntas y separadas, de Juan Machín; aquí la foto prometida: 


   

   La noche del 5 de junio de este 2015 tuve la dicha de compartir una velada en El Manojo con personajes de gran talla en la vida cultural de esta tortuosa ciudad de Cuernavaca.  La ocasión fue el "Trueque Erótico" convocado precisamente por Juan Machín. Yo estaba enterado del evento por la invitación de Eduardo "El Tigre", dueño del lugar, pero no me había dado cuenta de que no se trataba de un ardid, una táctica promocional, ni nada por el estilo sino que era realmente una velada de trueque.  Machín ofrecía sus dibujos eróticos a cambio de una poesía o cualquier obra de arte; la idea era que si a uno le gustaba una obra de él, la emoción que le inspirara debía tener alguna salida. Podía ser una expresión mínima, como sucedió con Pili, su musa, que le hizo un poema de tres líneas a cambio de un dibujo que le encantó: una mujer desnudándose.     
   Desgraciadamente yo me enteré de la verdadera naturaleza de la fiesta de trueque demasiado tarde: el mismo día del evento. 
  



     Foto de Juan Machín en El Manojo 

   Aquí una muestra de las obras de Juan expuestas para el trueque: 




   El evento fue una ocasión gozosa por muchas razones. Una de ellas la convivencia con las personalidades que asistieron, algunas de ellas hacía años que no veía, como Alicia Valencia, otras de amigos y amigas que, aunque veo esporádicamente y había visto recientemente, solemos vernos con poco tiempo para disfrutar de la mutua compañía, como Susana Azuara y su esposo Miguel, Esther Tellez . . . En fin. Además, otra razón de gozo fue que conocí a una mujer de lo más interesante, una bióloga del Poli aficionada a la fotografía: Kalina Bermúdez. 
   Otra razón fue la diversión: Las poesías que ofrecieron los asistentes a cambio de obras de Machín. Los autores leyeron sus obras en el escenario, al lado del culpable de nuestra reunión en El Manojo. Resultaron de lo más variopinto que uno se puede imaginar: desde tan explícitas que parecían más narración porno que poesía erótica, pasando por gradaciones de mayor sutileza, como el ejemplo de Cano arriba, hasta sutiles y deliciosas como un postre gourmet. 
   La poesía de Pili, aunque no de una manufactura excelsa y muy breve, fue premiada con una de las obras de Machín, como ya dije. Juan invitó a los asistentes a proponer un poema inspirado por una de sus obras a cambio de la pieza.  El ejemplo breve de Pili y la generosidad de Machín inspiró a otros asistentes que decidieron improvisar un poema a cambio de un dibujo o acuarela erótico de su gusto. Varios amigos y amigas me pidieron que pasara a leer una poesía, o me preguntaban si yo había llevado algo. A mí, lo de la improvisación no se me da en la poesía, como sí se me da en la plática o la clase frente a grupo. Supongo que es cuestión de práctica. Por otro lado, yo no quise subir al escenario a leer algo poco digno a cambio de un dibujo que sí me parecía una obra de arte, pues me parece que la generosidad de Juan Machín no debía ser menospreciada y su gesto merece una obra original, inédita, así que no lo hice. 
   También hubo poemas y cuentos largos, evidentemente muy trabajados, como los que leyeron Héctor Rosales o Elena de Hoyos.  
   Entre los asistentes estaba Rocato, que aprovechó además para promocionar su librito "69 razones para disfrutar el erotismo". 
   Entonces yo anuncié, hacia el final de la velada, que próximamente daré talleres en la Fundación-UNAM, aquí en Cuernavaca. 
   Dejo constancia, en una foto, de la acuarela que atrapó la imaginación de Pilar Hinojosa. 


  
  
   Estando en el escenario, recordé una de las obras de Machín, porque estaba frente a mí, del otro lado del salón, y que a su vez me recordaba una narración rimada de una mujer que descubría el orgasmo a través, precisamente, de su reacción a la poesía erótica. Aquí dejo un ejemplo del poder de la palabra sumado al poder de la imaginación: 
  

 
  
   Un abrazo de corazón a corazón.